Las nuevas generaciones conocen a figuras mexicanas con proyección internacional: Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Demian Bichir, Gael García, Cecilia Suárez… todos ellos son referente para los más jóvenes.
Pero estas celebridades son resultado de una generación del cine mexicano que en los 90 destacó con una serie de filmes que rompían cánones, tan criticados en su momento pero con resultados a la postre: la del entonces denominado Nuevo Cine Mexicano.
Hace 30 años, un puñado de películas mexicanas provocó que la audiencia nacional y también extranjera volteara a ver productos locales, considera el crítico Silvestre López Portillo.
Si bien el 2000 fue la década en la que el auge del cine nacional “reventó”, lo cierto es que era algo que se venía fraguando desde inicios de los 90, por lo cual era lógico que una década más tarde se dieran filmes tan aclamados y exitosos como El crimen del padre Amaro, Amarte duele, Amores perros, La ley de Herodes, así como Y tu mamá también, todos ellas estrenadas a inicios del milenio
“Lo del 2000 no se hubiese dado si en los 90 grandes películas no se hubieran producido”, dijo el experto a EL UNIVERSAL.
Algunas de las películas a las que se refiere López Portillo y que pusieron los cimientos de la nueva manera de contar, producir y distribuir cine nacional fueron Danzón (1991), Solo con tu pareja (1991), Como agua para chocolate (1992), Cronos (1993), El callejón de los milagros (1995), Elisa antes del fin del mundo (1997), Un dulce olor a muerte (1999), La Ley de Herodes (1999), El Coronel no tiene quien le escriba (1999) y Sexo, pudor y lágrimas (1999).
“Hay que entender que los 90 fue una época importante para el cine en muchas cosas, el Tratado de Libre Comercio hizo que entraran más películas extranjeras, pero también evolucionó la distribución, empezaron los complejos cinematográficos como Gemelos, Multicinemas Ramírez, que fueron los antecesores de Cinépolis y Cinemex. Eso hizo que también empezara a haber un poco de espacio para las propuestas nacionales”, comentó.
Para Silvestre, estos cambios hicieron que la calidad de la película se elevara, que los jóvenes cineastas empezaran a darse cuenta de que se podía hacer mejor cine, de mayor calidad, esto en una época en la que no existían estímulos fiscales para hacer películas.
“Todos tienen presente que Alejandro González Iñárritu abre este llamado ‘Nuevo Cine’ pero ya venía desde antes. Lo que sí creo que le aportó al cine es que antes no existía esta visión mercadológica, al final él, al ser publicista, vio que las películas tenían que ser un todo; pensó en crear una banda sonora, eso en el cine mexicano no existía antes; creó tráilers, antes sólo se ponían extractos de las películas para promocionarlas; se encargó de que vieran su película por todas partes: estaba en carteles, comerciales, radio, en todos lados. Él entendió que la película no sólo es el producto sino lo que vendes alrededor. A partir de Amores perros, la manera de concebir el cine cambio”, explicó.
Más allá de una Nueva ola del Cine Mexicano, el crítico considera que fue una década en la que la industria descubrió al cine mexicano contemporáneo, su identidad y sus problemáticas, que permearon muchas cintas de los 90.
Amores p ganó 95 millones de pesos, con 3.5 millones de asistentes y obtuvo la nominación al Oscar por Película extranjera.
EL CRÍMEN DEL PADRE AMARO (2002)
La iglesia católica intentó boicotear la cinta debido a su temática al retratar a un padre que tiene relaciones y embaraza a una joven, pero esto no impidió que triunfara en taquilla, obteniendo más de cinco millones de espectadores. Fue candidata al Oscar en la categoría Mejor película en lengua no inglesa en el año 2002.
AMORES PERROS (2001)
Dirigida por Alejandro González Iñárritu, con guión de Guillermo Arriaga, fue ganadora de 11 premios Ariel y un BAFTA como Mejor película de habla no inglesa, así como un premio de la crítica de Cannes y una nominación al Oscar como Mejor película en lengua extranjera. En taquilla, los números fueron favorecedores: obtuvo 95 millones de pesos.
Y TU MAMÁ TAMBIÉN (2001)
Por su trabajo en este filme, Gael García y Diego Luna se llevaron el premio a actores jóvenes en el Festival Internacional de Cine de Venecia, su escena de beso causó polémica en su momento y fue gracias a esta producción que sus carreras se consolidaron. La cinta fue nominada al Oscar por Mejor guión original, escrito por Alfonso Cuarón y Carlos Cuarón.
AMARTE DUELE (2002)
Esta historia de amor imposible entre una joven de clase alta llamada Renata (Martha Higareda) y uno de clase baja llamado Ulises (Luis Fernando Peña) dirigida por Fernando Sariñana significó un éxito en taquilla. El filme destacó por su forma de retratar la discriminación, además de su soundtrack; hoy es considerado uno de los clásicos del nuevo cine mexicano.
CINEASTAS
de la época han ganado premios alrededor del mundo, desde Cuarón hasta Reygadas.
EL DATO
La tarea fue el primer filme de esta era en ser reconocido: Moscú, 1991.
LAS PRECURSORAS
A inicios de los 90, éstas cintas fueron la base para una nueva etapa:
DANZÓN (1991)
Dirigida por María Novaro, ofrece “una visión de mujeres para mujeres”.
COMO AGUA PARA CHOCOLATE (1992)
Expone tradiciones familiares, como que la hija menor deba cuidar de su madre.
SÓLO CON TU PAREJA
Aborda temas como el VIH y el suicidio. Ópera prima de Alfonso Cuarón (1991).
ELISA ANTES DEL FIN DEL MUNDO (1997)
La crisis éconómica de México en los 90 se retrata bajo los ojos de una niña.
LA LEY DE HERODES
De 1999, critica la política mexicana y la corrupción en distintos niveles.