La policía argentina sacó de circulación miles de dosis de la cocaína adulterada que causó la muerte de 23 personas y dejó 84 hospitalizados, un hecho criminal inédito en la historia del país sudamericano.

La Dirección de Investigaciones de Delitos Federales de Buenos Aires informó en un comunicado que tras varios allanamientos en distintos municipios se incautaron más de 15 mil dosis y se detuvieron a siete personas, entre ellas al presunto líder de la banda que habría comercializado la sustancia ilícita.

El hombre fue identificado como Joaquín Aquino, El Paisa, quien según el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, es el “cabecilla de una banda muy importante de San Martín”, un suburbio al norte de la capital. También fue detenido el presunto cocinero, como se denomina en la jerga a quien fragmenta la droga en los laboratorios clandestinos. Su identidad no trascendió. Las autoridades de la provincia habían emitido la víspera un alerta epidemiológica debido a la letalidad de la droga consumida, mientras la policía inició una carrera contrarreloj para dar con las dosis en circulación.

La fiscalía de San Martín, que tiene a su cargo la investigación judicial, informó que la cifra de fallecidos aumentó a 23 el jueves por la tarde.

Todavía no se dan a conocer los resultados toxicológicos para determinar la sustancia con la que se adulteró la cocaína, pero todo indica que se trataría de opioides, derivados sintéticos del opio. “Este fenómeno tiene que ver con que se mezcla la cocaína con otras sustancias. No podemos todavía determinar cuál es el componente, pero indirectamente sabemos que es un opioide porque se aplica el antídoto y [los pacientes] reaccionan”, explicó Berni en la rueda de prensa en el hospital público Bocalandro, donde fueron asistidos muchos de los consumidores de la droga adulterada. Los pacientes perdían el conocimiento a minutos de consumir la cocaína y en ese estado llegaban a los hospitales, según han repetido diversas autoridades en los medios.

De los internados, al menos 20 están con respirador en hospitales de 12 localidades.

De acuerdo con fuentes policiales citadas por medios locales, uno de los intoxicados admitió que había comprado la droga en las inmediaciones de Puerta 8, una ciudad perdida situada en Tres de Febrero. Y ahí apuntaron los operativos policiales.

Los investigadores buscan determinar si la adulteración de la droga fue un error involuntario o se trata de un ajuste de cuentas entre bandas rivales.

“Los argentinos no podemos dejar pasar esta situación para empezar a entender el fenómeno por un lado del narcotráfico y por el otro el de la adicción, que muchas veces pasan desapercibidos, que muchas veces se esconde debajo de la alfombra, pero que es necesario visibilizarlo para abordarlo de una manera más eficiente”, advirtió Berni. Según el ministro se comercializan “250 mil dosis de cocaína” al día en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país.

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