Una potencial invasión a gran escala de Ucrania por parte de tropas rusas provocaría más de 50 mil víctimas y cerca de 5 millones de refugiados que escaparían a otros países, según la última evaluación del Pentágono y la inteligencia estadounidense, publicada por el diario The Washington Post.

“La locura y el alarmismo continúan. … ¿y si dijéramos que Estados Unidos podría apoderarse de Londres en una semana y causar 300 mil muertes de civiles?”, respondió en Twitter el embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy.

El diputado Artem Turov, miembro del partido Rusia Unida del presidente Vladimir Putin, acusó a Estados Unidos de difundir información falsa y de “hacer todo lo posible para avivar un nuevo conflicto”.

De acuerdo con el escenario planteado por lo servicios de inteligencia estadounidenses, y que fue explicado a legisladores de su país, una invasión rusa lograría tomar Kiev en dos días y tendría como consecuencia 50 mil víctimas, entre muertos y heridos. Sobre los refugiados, menciona que la mayoría se desplazaría a la vecina Polonia.

El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan defendió las evaluaciones militares y de inteligencia: “Estamos en la ventana donde algo podría pasar. Es decir, una escalada militar e invasión de Ucrania podría ocurrir en cualquier momento”, dijo Sullivan en el programa Meet the Press de la cadena NBC News, y agregó: “Creemos que los rusos han establecido las capacidades para montar una operación militar significativa en Ucrania, y hemos estado trabajando arduamente para preparar una respuesta”.

La información coincide con el aumento en la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania y en la vecina Bielorrusia. En concreto, se habla de 83 batallones, con aproximadamente 750 soldados cada uno, preparados para un posible asalto. Las fuerzas rusas han destacado aviones caza y bombarderos, así como baterías antiaéreas alrededor de Ucrania.

Observadores militares han detectado, además, que algunas fuerzas rusas se trasladaron desde una base en Yelnya, en la región de Smolensk en el sur de Rusia, más cerca de la frontera con Ucrania. Ello indicaría la posibilidad de un ataque en Chernihiv, cerca de la frontera con Bielorrusia, y de ahí, quizá, a Kiev.

El presidente francés, Emmanuel Macron, viajará este lunes a Moscú para reunirse con su par ruso, Vladimir Putin. Luego viajará a Ucrania, donde está previsto que se reúna con el presidente Volodimir Zelenski.

Macron dijo que “discutiría los términos de la desescalada” en la frontera con Ucrania.

Ayer, Macron dialogó con el presidente estadounidense, Joe Biden, sobre los “esfuerzos diplomáticos y de disuasión” con Moscú. Ambos líderes reafirmaron el “respaldo a la soberanía e integridad de Ucrania”.

Por su parte, el canciller ucraniano, Dmitro Kuleba, consideró que las posibilidades de una “solución diplomática” con Rusia son “muy superiores” a las de una “escalada militar”.

“No confíen en las previsiones apocalípticas”, tuiteó.

Aun así, Myhailo Podoliak, consejero jefe de la administración ucraniana, dijo que Ucrania está preparada para “todos los escenarios posibles”. Civiles son entrenados en el uso de armas, ante cualquier eventualidad.

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