La Casa Blanca informó ayer que Rusia agregó “hasta 7 mil militares” en la frontera con Ucrania y consideró que puede lanzar “en cualquier momento” un pretexto falso para invadir territorio ucraniano.
Antes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, indicó que no ha visto “un retiro significativo” de tropas rusas de las fronteras con Ucrania a pesar de los anuncios de Moscú.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, coincidió con EU en que “por el momento” no se ha “visto ninguna retirada, ni desescalada rusa sobre el terreno”.
La amenaza de Rusia “está ahí, es real”, declaró Blinken en el canal estadounidense ABC. Desde el martes, Rusia asegura haber ordenado una retirada parcial de los más de 100 mil soldados desplegados en las fronteras ucranianas.
No obstante, los países occidentales han recibido estas señales con cautela.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, prometió que su país resistirá cualquier eventual invasión.
Zelensky, quien decretó un Día de la Unidad, asistió a unas maniobras militares cerca de Rivné, en el oeste. Después, viajó a la ciudad de Mariupol, la última en el este que está bajo control del gobierno. Con motivo del Día de la Unidad, muchas calles de Kiev se llenaron de banderas, y en algunas escuelas se organizaron ejercicios de evacuación.