El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, llamó a generar una nueva relación entre el gobierno y los pueblos indígenas, en su primera jornada como Jefe de Estado tras participar en una ceremonia con representantes de esas comunidades en el Palacio de La Moneda, sede presidencial.
Boric y la primera dama Irina Karamanos recibieron una por una las peticiones y buenos augurios de los siete pueblos originarios de Chile, a través de los representantes que yacían en el centro del patio del palacio.
En un mensaje aparte publicado en sus cuentas de redes sociales, pero que acompañó su discurso, Boric manifestó: “Generar un trabajo intercultural y una nueva relación entre el gobierno y los pueblos originarios es vital para la construcción de un Chile justo y digno”.
“Son gestos muy relevantes y lo hace nuestro gobierno con mucha humildad”, dijo a la prensa la ministra del Interior, Izkia Siches. Al acto acudieron representantes de los pueblos yagán, lican antai, mapuche pewenche, rapa nui, mapuche lafkenche, diaguita y mapuche füta warria.
“Las primeras naciones fueron acogidas en el Palacio de La Moneda y le transmitieron su mensaje al presidente. Quisimos hacer esto porque es una señal, hay que reconocer y valorar todas las creencias”, señaló la vocera de Gobierno, Camila Vallejo.
El encuentro se da en un momento marcado por la irrupción en la vida política de las comunidades indígenas con los escaños reservados de la Convención Constitucional, organismo encargado de redactar la nueva Carta Magna chilena y que ya se declaró como “plurinacional” en sus primeros meses de funcionamiento.
Antes de mediodía, Boric dejó La Moneda para dirigirse a la Catedral de Santiago, ubicada en pleno centro de la capital, junto a la Plaza de Armas, y que fue escenario de su primera actividad pública como presidente con la Solemne Oración Ecuménica por el pueblo de Chile.
“Mejorar la convivencia nos permitirá enfrentar las situaciones difíciles. Nosotros, señor presidente, siempre estaremos rezando por usted y las autoridades de gobierno”, dijo durante el culto el arzobispo de Santiago, Celestino Aós.
Reconocido como un acto tradicional, a la liturgia asistieron autoridades de los tres poderes, así como miembros de la Constituyente y representantes de distintas denominaciones religiosas.
“Hemos experimentado la tensión y el sufrimiento constatando que un grupo de compatriotas no estaba dispuesto a colaborar con las medidas sanitarias para combatir la pandemia, que un grupo de compatriotas recurre a la violencia para conseguir sus objetivos”, agregó el prelado, quien llamó a la corresponsabilidad para superar los desafíos futuros.
Como presidente de Chile, Gabriel Boric deberá enfrentar complejos nudos que hereda del gobierno saliente, entre ellos una crisis migratoria sin precedentes y una inflación en índices históricos.