El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó ayer que suspenderá los contratos de suministro de gas si los países “inamistosos” no pagan el combustible en rublos y no abren una cuenta en la moneda nacional rusa en Gazprombank.
“Hoy firmé un decreto que establece las reglas para el comercio del gas natural ruso con los llamados países inamistosos” que entrará en vigor el 1 de abril, señaló el líder ruso antes de una reunión con la industria de la aviación.
“Si no se realizan esos pagos, consideraremos esto como un incumplimiento por parte de los compradores con todas las consecuencias resultantes”, advirtió. Putin también dijo que las condiciones aún no estaban “maduras” para un alto el fuego y que no estaba listo para una reunión con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, hasta que los negociadores hicieran más trabajo, dijo el premier italiano, Mario Draghi, tras una conversación telefónica con el líder ruso.
El presidente Joe Biden dispuso ayer la liberación de reservas de crudo para aliviar a los hogares estadounidenses ante el incremento del precio de los combustibles a consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
La medida también suplirá a un sediento mercado energético global con un millón de barriles diarios de crudo durante seis meses, con el fin de reducir la ola inflacionaria en EU. Biden declaró que Putin podría estar “aislado” y haber puesto a algunos asesores bajo “arresto domiciliario”, aunque indicó no tener pruebas irrefutables de ello.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, indicó que “simplemente no entienden qué ocurre en el Kremlin. No entienden al presidente Putin y no entienden el mecanismo de toma de decisiones”.
Mientras, las tropas rusas comenzaron a abandonar la planta nuclear de Chernobyl después de que los soldados recibieran “dosis significativas” de radiación al cavar trincheras en el sitio altamente contaminado, dijo la compañía eléctrica estatal de Ucrania mientras los combates continuaban a las afueras de Kiev y otros frentes.
Además, un convoy de autobuses se dirigió a Mariupol en otro intento por evacuar a los civiles de la ciudad portuaria sitiada después de que el ejército ruso acordara un alto el fuego limitado en el área. Para este viernes estaba programada una nueva ronda de conversaciones destinadas a detener los combates.