En el universo de Star Wars, el sonido respiratorio de Darth Vader fue hecho con un equipo de buceo y el rugido de Chewbacca requirió mezclar los de osos, león, tejón, foca y morsa, pero en el diseño de personajes, las soldaderas mexicanas de la Revolución sirvieron de base para uno de los personajes principales.
El peinado de la Princesa Leia, caracterizado por el cabello enrollado en sus costados, fue inspirado por imágenes que George Lucas vio de la lucha armada nacional iniciada en 1910.
En una entrevista para la revista Time, Lucas reconoció los orígenes del tocado, cuyo resultado no está en ninguno de los dibujos conceptuales de preparación.
“Me incliné hacia un estilo de mujer revolucionario suroccidental a la Pancho Villa, que es precisamente eso”, dijo el creativo en 2002 y que ha ido perdiéndose en el transcurso de los años.
Brandon Alinger, autor del vestuario de Star Wars, recordó en su momento que la idea era alejarse del estereotipo de mujer rescatada.
Carrie Fisher, quien dio vida a la princesa, apuntó en el estreno de la primera cinta que Lucas deseaba transmitir a una mujer luchadora e independiente.
Las soldaderas o mujeres soldado integraron los diversos cuerpos de batalla revolucionarios, marchando al frente ya sea a pie o caballo y diestras en el uso de las armas.
Entre las más conocidas se encuentran Encarnación Mares, que luchó al lado de Venustiano Carranza, alcanzando el grado de subteniente; Carmen Parra, nombrada comisionada para el proceso de amnistía a favor de villistas exiliados en Texas y Rosa Bobadilla, quien estaba al frente de 200 campesinos en contra de federales.
mafa