El presidente francés, Emmanuel Macron, agudizó sus críticas a la ultraderechista Marine Le Pen en la recta final de la campaña de las presidenciales ante el avance de ella en los sondeos, que pone en duda su reelección.
Desde su gran mitin del pasado día 2, el único de Macron antes de la primera vuelta del próximo día 10, hasta cada acto de campaña que ha protagonizado desde entonces, aprovecha para lanzar dardos a la que todas las encuestas sitúan como su principal rival. En pocas semanas, Le Pen ha ido recortando la cómoda ventaja de que disfrutaba Macron, y los 15 puntos que les separaban a mediados de marzo, cuando se daba por descontada la victoria del presidente, han quedado reducidos a 2.5, según un último sondeo del instituto demoscópico Ifop publicado ayer.
Macron no ha parado de bajar y ve cómo la dinámica de su principal rival es claramente positiva, hasta el punto de haber disparado las alarmas en su cuartel general. Porque la tendencia es similar para la segunda vuelta, del próximo día 24, cuando ahora apenas los dos políticos están separados por cuatro puntos.
Le Pen cuenta con recuperar muchos votos de candidatos que no superarán la primera vuelta.
Un panorama que ha obligado al candidato a la reelección a implicarse más en la campaña y a comenzar ya a atacar la amenaza que supone Le Pen.
Para ello, Macron se emplea en recordar el pasado de su principal rival, heredera de un partido fundado por su padre, Jean-Marie Le Pen, sobre principios antisemitas, xenófobos y antieuropeos, que la candidata lleva años tratando de maquillar.
El presidente francés se refiere a Le Pen como “la candidata del Frente Nacional”, pese a que desde hace años, en su empeño por suavizar el perfil de su partido, lo rebautizó como Agrupación Nacional. Además, no pierde ocasión estos días de recordar los vínculos de Le Pen con el presidente ruso, Vladimir Putin, a quien ha visitado en el Kremlin, y que maniobró para que bancos de su órbita dieran a la candidata la financiación que le negaban en Francia.
“No busquen en mí la complacencia con Putin, ni la financiación de Rusia. Son otros”, aseguró Macron en un reciente acto electoral en Finisterre. El presidente francés, que compagina la campaña con una intensa labor diplomática con el telón de fondo de la guerra en Ucrania, es el líder occidental que más contactos mantiene con Putin, pero también uno de sus más críticos.
También recuerda que, hace cinco años, batió a Le Pen cuando ella propugnaba una salida del euro, propuesta que ha abandonado, aunque sin mostrar un europeísmo entusiasta. La ultraderechista busca atacar la política hacia las clases populares del liberal, presentándolo como “el presidente de los ricos”.