La Agencia Nacional de Aduanas Mexicanas (ANAM) repartió el control de las 50 aduanas del país entre las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina.

Para su operación, les permitirá la constitución de fideicomisos públicos a fin de administrar y recibir recursos por los servicios del despacho aduanero.

Además, creó una dirección general de Procesamiento Electrónico de Datos Aduaneros, responsabilidad de la Sedena.

De acuerdo con las reformas al reglamento interior de la ANAM, las 21 aduanas fronterizas —19 en el norte y dos en el sur— así como también las 12 aduanas interiores que operan en el país, las va a coordinar la Sedena.

Es decir, que los militares controlarán las aduanas de mayor actividad de comercio exterior, como la de Nuevo Laredo en Tamaulipas, que se destaca por tener 23.3% de las operaciones; la de Ciudad Juárez en Chihuahua, con 9.6%; y la del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con 6.1%.

Por su parte, la Marina coordinará las 17 aduanas marítimas en los puertos del país.

Datos del Servicio de Administración Tributaria revelan que las aduanas del país aportan 65% de la recaudación total del IVA, y casi 30% de ingresos tributarios.

Durante 2021, las aduanas aportaron a las arcas del gobierno casi un billón de pesos por el cobro de los diversos impuestos.

En el reglamento se establece que, para la operación de las aduanas, las autoridades federales podrán auxiliarse de vehículos financieros sin estructura, como los fideicomisos.

La Sedena y Marina podrán participar como Unidades Responsables en dichos fideicomisos con el objetivo de realizar los pagos, directamente o a través de terceros, a los servicios u obra pública contratados por dichas dependencias, que guarden relación con las aduanas que coordinan, incluyendo los gastos para su proyección, realización, ejecución, modernización y, en su caso, mantenimiento.

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