Recientemente una chica se acercó a Mercedes Hernández, actriz ganadora del Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, gracias a su trabajo en “Sin señas particulares”, para comentarle que jamás llegaría a ser actriz como ella, porque le habían dicho que tenía cara de india.
La joven estaba entre ofendida y triste. Y a Mercedes le dieron ganas de llorar porque ella misma, durante su vida, ha pasado por momentos difíciles.
“Le dije: yo también soy india y las indias somos actrices, así que vente a estudiar. Nosotros tenemos que incidir para que eso cambie”, dijo la también colaboradora en las series Somos y Todo va a estar bien.
“Yo he vivido la discriminación, la racialización, mi propia historia es dura”, subraya.
Mercedes ahora es maestra en una escuela de cine en Iztapalapa, donde tiene un grupo cercano a los 100 alumnos. La iniciativa surgió de la alcaldía, que deseaba crear un centro educativo, recuerda.
“Hicimos un proyecto modesto, para hacer una escuela de cine se requiere de mucho presupuesto, pero la gente ha respondido. Llegaron 3 mil alumnos en la primera convocatoria, yo tengo 90, no me atreví a rechazar a ninguno porque la educación debe ser para todos, pero darle clases a 90 es un reto”.
En su faceta docente, Mercedes ha regresado a la disciplina y trata de disipar las dudas normales de los estudiantes.
“Habemos diferentes actores y actrices: hay quien quiere ganar dinero, ser famoso, el que quiere dar la vida cada noche en una función de teatro o en un llamado y creo todo es válido; se está produciendo tanto que hay para todo y eso lo hace bonito, que esto sea amplio y cada quien busque su camino”.
Entre sus consejos está el no dejarse en las producciones. Una alumna le preguntó cuánto deberían pagarle en una película en la que se había quedado.
“Le dije: pídeles más, porque siempre tienen más, ¡que no se hagan!”, indicó divertida.
