La tragedia en la que murieron asfixiados 51 migrantes, hasta ahora, en un tráiler en San Antonio, Texas, levanta muchas dudas. Incluso si hubo actos de corrupción.

Para el analista y abogado internacionalista Jaime Ortiz, está claro que sí.

“Tiene que haber corrupción en ambos lados de la frontera. No sería la primera vez. No se puede explicar de otra manera. Un tráiler de ese tamaño cargado con medio centenar de personas dentro ¿y nadie se dio cuenta? Imposible”, dijo a EL UNIVERSAL.

Ortiz, quien radica en El Paso, Texas, explicó que “se está investigando si cruzó ya cargado o lo cargaron del lado americano. De cualquier manera, hay por lo menos dos puntos de revisión donde ese tráiler debió haber parado para ser revisado, y todo hace suponer que sí los pasó, por necesidad, pero no lo revisaron”.

Se refirió al punto de revisión fronterizo para camiones comerciales, donde inspeccionan aspectos de seguridad del vehículo para transitar las carreteras de Estados Unidos, sin importar si traen placas mexicanas o estadounidenses, porque muchas veces tienen doble emplacado.

Esta zona está a cargo de la Policía de Caminos de Texas, que lleva a cabo un protocolo de seguridad para autorizar o no el paso de cada unidad.

Hay dos pasos: el primero es a simple vista y, si se detecta algo inusual o consideran que amerita una revisión profunda, pasan a un área con toda la infraestructura de un taller mecánico, incluso para levantar el vehículo.

“Si bien se elige al azar el camión que van a revisar a profundidad, lo cierto es que quienes se dedican al tráfico de personas no pueden tomar riesgos y definitivamente deben asegurar su paso sin ser revisados”, añadió.

El segundo punto de revisión para autos y camiones corresponde a los establecidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Estos checkpoints se ubican a una distancia de entre 25 y 75 millas (40 y 120 kms) del cruce fronterizo.

A lo largo de la franja fronteriza entre Estados Unidos y México hay 35 puntos de revisión, de los cuales 15 se ubican en Texas.

“La mayoría de las personas piensan que estos checkpoints son sólo para automovilistas, pero no, también es para transportes pesados o comerciales.

“Las autoridades de este país [EU] y de México tienen mucho que investigar también en materia de corrupción en la frontera. Cada vez que haya un caso de estas características, la corrupción podría ser la causa de muerte”, enfatizó Ortiz.

Antecedentes

Hace poco más de un año, también en Texas —uno de los estados donde más se ha detectado tráfico de migrantes en tráileres— y en dos eventos separados, en menos de 24 horas agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza detuvieron dos camiones que en total transportaban a 150 migrantes.

La noche del 28 de mayo de 2021, en la carretera 83 del Sur de Texas, agentes pidieron revisar un camión cisterna. Uno de los perros detectó que algo no andaba bien y se descubrió que al interior viajaban 50 migrantes, todos mexicanos. El chofer, estadounidense, fue detenido.

A la mañana siguiente, un camión comercial con remolque fue interceptado en la Interestatal 28 de Texas. El chofer, también estadounidense, quiso huir, pero lo detuvieron. Al interior de la unidad se encontró a 100 migrantes centroamericanos, sudamericanos y mexicanos.

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