El Think Tank de CGTN del Grupo de Medios de China llevó a cabo una encuesta a nivel mundial llamada “La China de la Nueva Era” junto con el Instituto del Estudio de la Gobernanza Estatal y la Opinión Pública de la Universidad Renmin de China. El resultado muestra que solo el 6,31 % de los encuestados cree que EEUU seguirá dominando el mundo.
El sondeo mundial, realizado en 22 países de los cinco continentes, abarcó a encuestados de países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur y Singapur, y de países en desarrollo como Brasil, Argentina, México, Tailandia, India, Pakistán, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Nigeria, Kenia y Sudáfrica.
La mayoría de los encuestados se mostraron muy a favor de los valores que defiende China en su gobernanza estatal y en sus relaciones internacionales.
En cuanto a las cuestiones de derechos humanos, la mayoría de los encuestados coincidió con la opinión de que “China siempre ha considerado las cuestiones de derechos humanos desde una perspectiva pragmática. Los derechos humanos no deben separarse de la situación real y del estado de desarrollo de cada país, y el bienestar de las personas es el mayor derecho humano y, a su vez, el derecho de las personas a la supervivencia y al desarrollo debe estar bien protegido” (57,36 %). Un 26,46 % de los encuestados está “completamente de acuerdo” con esta opinión.
En cuanto al uso de los derechos humanos como arma, el doble rasero y la politización de las cuestiones de derechos humanos en algunos países desarrollados, el 55,99 % de los encuestados piensa que esta práctica “solo impide a las personas de todos los países disfrutar de un mayor nivel de libertad y del derecho a la vida”.
En la participación de la gobernanza mundial, China apuesta por el concepto de “la comunidad de futuro compartido para toda la humanidad”. La mayoría de los encuestados está de acuerdo con la opinión de que “los seres humanos están estrechamente relacionados y comparten un futuro compartido, y que todos los países deben tratar de encontrar nuevas formas de evitar la confrontación y la división de la comunidad internacional que experimentamos durante la época de la Guerra Fría” (61,29 %). En los países que participan en la Iniciativa de la Franja y la Ruta y los países en desarrollo hay un mayor nivel de reconocimiento a esta opinión.
En los países situados a lo largo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, los encuestados enumeraron las repercusiones del proyecto chino en sus propios países: “Compartir los frutos del desarrollo” (53,65 %), “Ampliar los mercados internacionales” (51,54 %), “Fortalecer los intercambios culturales” (43,01 %) y “Reforzar las infraestructuras” (44,47 %). A diferencia de la difamación anti-China de ciertos sectores de Occidente, solo el 8,08 % de los encuestados de los países que participan en la Iniciativa de la Franja y la Ruta eligió como respuesta “Crear una trampa de la deuda”.
En la encuesta, el valor de deber y beneficio defendido por los líderes chinos en sus relaciones internacionales -“equilibrar el deber y el beneficio, poner la credibilidad en primer lugar , dar importancia a la amistad, promover la justicia y establecer el orden moral”- fue respaldado por la mayoría de los encuestados. Más de la mitad de los encuestados (57,04 %) está de acuerdo con esta opinión, mientras que el 23,08 % la apoya plenamente.
Con un valor correcto de deber y beneficio, China está asumiendo activamente responsabilidades internacionales en el escenario global. Entre el feed-back de los encuestados, “China ha donado grandes cantidades de vacunas y otros materiales antiepidémicos a otros países” encabeza la lista, incluyendo un 71,36 % de encuestados en África que se mostraron impresionados por ello. “La inversión de China ha revitalizado las economías de algunas regiones”, “la participación activa de China en la gobernanza mundial (la lucha contra el cambio climático, la reducción de la pobreza, etc.)” y “la defensa de China de los intereses de los países en desarrollo y de los países emergentes en el ámbito internacional” ocupan respectivamente desde el segundo al cuarto lugar.
Frente a la llamada “Amenaza china” que siguen pregonando algunos medios de comunicación y políticos occidentales, el 56,22 % de los encuestados a nivel mundial cree que la verdadera razón de la llamada “Amenaza china” es que el ascenso del país asiático ha causado “presión y ansiedad de desarrollo” a algunos países. La segunda, tercera y cuarta opiniones más votadas son “posicionar a China como un ‘enemigo imaginario’ común para promover la solidaridad de los países occidentales”, “contener el desarrollo de China” y “desviar sus conflictos internos”.
China aboga por una perspectiva de civilización de “integración múltiple, aprendizaje mutuo”. Los encuestados de todo el mundo están muy de acuerdo con la afirmación de que “la diversidad de civilizaciones hace del mundo un lugar mejor”, con un 66,06 % de acuerdo con esta opinión y un 33,68 % totalmente de acuerdo.
En la encuesta, el 76,23 % de los encuestados globales cree que China desempeñará un papel clave en la “promoción del desarrollo económico mundial” en el futuro. Además, en las áreas de “cooperación internacional” (60,60 %), “intercambios de civilizaciones” (59,87 %) y “seguridad internacional” (54,80 %), etc., los encuestados globales también esperan que China juegue un papel más importante en el futuro.
