Sabinas.— Pese a que las bombas no han dejado de extraer agua día y noche, la tarde de este viernes volvió a subir el nivel de inundación de los pozos de carbón donde están atrapados los 10 mineros.

De acuerdo con información extraoficial, de familiares y de voluntarios que participan en el operativo de rescate, de manera repentina se elevó aproximadamente un metro más el nivel de la inundación, sin explicación aparente.

Uno de los familiares comentó a EL UNIVERSAL que de manera sorpresiva se presentó esta situación, que retrasaría aún más el momento en que podrían ingresar los rescatistas.

Por otra parte, poco antes de las seis de la tarde, comenzó a caer una tormenta eléctrica que provocó varios encharcamientos en las inmediaciones y dentro de la zona de los pozos.

La intensa lluvia con tormenta eléctrica obligó a suspender los trabajos que realizan los equipos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar), entre otras instituciones.

Por seguridad y a recomendación de las autoridades de Protección Civil y de la Sedena, se detuvieron las labores en espera de que concluyera la tormenta, para no arriesgar a los elementos que llevan a cabo tareas de limpieza, desagüe y desazolve.

Este viernes, día 10 desde la inundación de los pozos de carbón de la mina El Pinabete, el operativo de rescate se centró en el retiro de escombro y otros obstáculos, el apuntalamiento de las zonas reblandecidas y la extracción de agua.

Uno de los principales problemas con que se han encontrado los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional es la gran cantidad de polines (trozos de madera) que obstruyen el paso hacia las cuatro galerías subterráneas de la mina siniestrada.

La mañana de ayer, familiares de los mineros volvieron a quejarse de la falta de información e insistieron en que se aceleren las labores para iniciar el rescate.

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