La forma en que logró el empate, hace pensar que Ricardo Cadena tendrá una bocanada más de oxígeno al frente de las Chivas.
El empate a uno le hace poco bien al Rebaño, que sigue sin ganar y en el penúltimo lugar de la tabla, pero por lo menos no perdió ante el odiado rival, el bicampeón Atlas.
Un juego raro, que tuvo sus mejores momentos al final del segundo tiempo, cuando el arbitraje por fin los dejó actuar con libertad.
La primera parte la echaron a perder, el central Marco Ortiz y los del VAR, Erick Miranda y Karen Díaz, quines provocaron la expulsión de Luis Reyes (9’) y Miguel Ponce (37’), en acciones que en un inicio fueron calificadas correctamente por el central, pero el VAR lo hizo cambiar de opinión.
Lo que pintaba para ser un buen juego, terminó en un primer tiempo especulativo, con futbolistas temerosos de entrar con fuerza pues podrían ser expulsados.
El juego, diez contra diez, se hizo de un error, y ese lo cometió el portero Miguel Jiménez, que se comió un tiro centro de Julián Quiñones (61’). Camilo Vargas hizo todo lo posible para salvar al rojinegro, hasta que Carlos Cisneros a gran pase de Fernando Beltrán, igualó (82’).
Todavía Santiago Ormeño pudo ganar, pero no hubo milagro.