Richard Gere ha sido uno de los artistas más esperados en la famosa gala benéfica Starlite en Marbella. El actor acudía acompañando a su mujer, Alejandra Silva, en un día muy especial ya que recogía un premio por su labor solidaria.
Muy orgulloso de su mujer, Richard Gere, halagaba el trabajo solidario que hace Alejandra: “Estoy tan orgulloso de ella, ha hecho un trabajo tan maravilloso. Ella es muy humilde, no lo convierte en un gran asunto, ni siquiera quería aceptar el premio porque no es para ella, es para la gente a la que ella ayuda. Estoy tan orgulloso de ella”.
A pesar de que todas las miradas iban para el famoso actor estadounidense, él mismo recordó a los medios de comunicación que la gran estrella de la noche era Alejandra Silva: “Yo solo soy un marido aquí”.
La mujer del actor ha destacado que es la primera vez que Richard se encuentra en Marbella, por lo que él reconoce que todavía no ha podido visitar la ciudad: “Acabamos de llegar, ni siquiera he tenido tiempo de ver nada todavía”.
Eso sí, el actor reconoce que la gente española es muy agradable y eso le gusta mucho: “La gente siempre es encantadora, me encanta la gente española. Lo felices que son y mira cuánta gente sonriendo”.
Alejandra Silva asegura que el trabajo de la fundación es algo que hace junto con Richard Gere y lo valora como algo esencial de su relación: “Sí, es un trabajo que hacemos juntos y es una parte muy importante de nuestra relación”.
Juntos y enamorados
La pareja disfruta de su historia de amor que se concretó en 2018, cuando se casaron.
A inicios de este año, el famoso actor estadounidense se mudó junto a su esposa y sus hijos a otra lujosa residencia en un pueblo contiguo a Nueva York mientras la suntuosa mansión que el intérprete posee al norte de la ciudad estaba en venta por 28 millones de dólares.
En 2018 Gere, de 72 años, se casó por tercera ocasión con Silva, con quien tiene dos hijos. El actor es padre de un joven de 21 años y Silva tiene un niño de 9 años de un matrimonio anterior.
La familia Gere-Silva se mudó a North Salem, a una “aristocrática mansión georgiana” de ladrillo rojo construida en la década de 1930 para un heredero de una de las grandes fortunas familiares de Estados Unidos, de acuerdo con Dirt, por la que pagaron hace un año 9,8 millones de dólares.
La pareja compró luego un terreno adyacente, ampliando así su propiedad a 141 mil 640 metros cuadrados.
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