El alcohol, el tabaquismo y un índice de masa corporal (IMC) alto son los factores de riesgo prevenibles atribuibles a casi la mitad de todas las muertes por cáncer en el mundo, según un nuevo estudio financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.
El estudio, publicado en The Lancet el jueves, examinó los casos de cáncer de 2019 y encontró que el 44% de las muertes por cáncer fueron causadas por factores de riesgo prevenibles. Los tres principales factores de riesgo fueron fumar, beber grandes cantidades de alcohol y tener un IMC alto. Tanto los pacientes masculinos como femeninos experimentaron los mismos factores de riesgo.
En todo el mundo, el estudio indicó que el 42 % de los años de vida ajustados por discapacidad, o años saludables que una persona pierde debido al cáncer, también se pueden atribuir a esos factores de riesgo. Sin embargo, los factores de riesgo variaron cuando se ajustaron a los tramos de ingresos de ciertas regiones. Para los países de ingresos más bajos, el sexo sin protección fue uno de los principales factores de riesgo, mientras que las regiones de ingresos más altos experimentaron los tres factores de riesgo globales originales.
El estudio utilizó datos recopilados por el proyecto Global Burden of Disease del Institute of Health Metrics and Evaluation para analizar las muertes y discapacidades globales por cáncer. “Hasta donde sabemos, este estudio representa el esfuerzo más grande hasta la fecha para determinar la carga global de cáncer atribuible a los factores de riesgo, y contribuye a un creciente cuerpo de evidencia destinado a estimar la carga atribuible al riesgo para cánceres específicos a nivel nacional, internacional y a nivel mundial”, dijeron los investigadores del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington en el estudio.
Sekope Sharits y su madre hablaron con FOX Television Stations sobre los desafíos que enfrentan. “Aunque algunos casos de cáncer no se pueden prevenir, los gobiernos pueden trabajar a nivel de la población para apoyar un entorno que minimice la exposición a factores de riesgo de cáncer conocidos”, dijeron los investigadores. “La prevención primaria, o la prevención del desarrollo de un cáncer, es una estrategia particularmente rentable, aunque debe combinarse con esfuerzos más integrales para abordar la carga del cáncer, incluidas iniciativas de prevención secundaria, como programas de detección, y garantizar una capacidad efectiva para diagnosticar y tratar a las personas con cáncer”.
Los investigadores también señalaron que las políticas gubernamentales, como los altos impuestos y la regulación de los productos de tabaco, están logrando un “progreso sustancial”. “Los factores de riesgo conductuales están muy influenciados por el entorno en el que vive la gente, y no se debe culpar a las personas con cáncer por su enfermedad”, aclararon los investigadores.