Al francés Jean Reno le llena de vida ver a colegas cuyo trabajo, por lo creíble que es, se ve fácil en la pantalla.
A sus 74 años, el histrión ha aparecido en películas clásicas como “León”, de Luc Besson, y “El código Da Vinci”, dirigida por Ron Howard, o más recientemente en la serie para streaming, “Un asunto privado”, en donde se deja guíar por la actriz Aura Garrido.
“Ver nacer enfrente de ti el otro personaje y cuando parece fácil, cuando parece tan verdadero… hay muchas maneras para crear un personaje, ritmos, personas diferentes… todo es posible y te da juventud, te dan ganas de ver trabajar a una persona con talento”, dice.
Algo parecido le pasa a su personaje en la serie de Prime Video, “Un asunto privado”, que se estrena mañana en la plataforma.
La historia, que tiene lugar a finales de los años 40 en Galicia, sigue a una joven de clase alta llamada Marina Quiroga (Aura Garrido), quien tiene alma de policía y pide la ayuda de su mayordomo Héctor (Jean Reno) para intentar cazar a un asesino en serie.
“Héctor vive a través de su aventura (de Marina), imagina que no existe su personaje en esa casa, que sólo está la madre y el hijo, Héctor tiene una vida de nada, no hace nada”, explica.
“A través de lo que ella le propone él verdaderamente se siente joven porque se tiene que mover y lo hace, es verdad”.
La serie de ocho episodios, dirigida por David Pinillos, María Ripoll y Daniel Aranyo, muestra a un personaje femenino fuerte (interpretado por Aura Garrido), quien se enfrenta a los prejuicios de género de la época pero no lo hace sola, la acompaña su fiel mayordomo.
“(Es) una mujer que es tan libre, que traspasa todas las barreras, que tiene autocrítica y una mirada sobre su propia deconstrucción cuando alguien le dice algo; todo el camino que hace me parece bonito”, explica Aura, orgullosa de trabajar con Reno.
“Lo primero que me llamó fue el personaje, me encantó el primer guión, me enganchó. Sobretodo me enamoré de Marina y tenía muchas ganas de hacer un personaje de aventuras, con comedia”, añade.
Al respecto, Reno relata que loque le atrapó del proyecto, además de las personas involucradas, fue la libertad de la mujer y la época en la que se desarrolla la historia (1948).
“La única cosa que no sabíamos era cómo iban a funcionar Marina y Héctor, eso no se sabía hasta el primer día y funcionó”, considera.