El grupo de hackers, autodenominados “Guacamaya”, accedió a información de la Sedena y logró un hackeo masivo que sacó a la luz algunos de los más polémicos asuntos de seguridad que ha enfrentado esta administración.
La información recabada la hicieron llegar al periodista Carlos Loret de Mola, quien en su espacio informativo Latinus dio a conocer los datos recabados esta noche, especialmente los registros de la salud del presidente López Obrador, y lo que sería un ocultamiento de un traslado en calidad de “grave” del mandatario.
“El 2 de enero de este año, una ambulancia aérea del Ejército tuvo que ir a Palenque, Chiapas, donde se encuentra el rancho del presidente López Obrador, para trasladarlo al Hospital Central Militar de la CDMX.
Una serie de documentos confidenciales revelan que ese día, en Palenque, el presidente tuvo que ser monitoreado, canalizado y medicado antes de volar al aeropuerto de la Ciudad de México, desde donde fue llevado de inmediato, en helicóptero, al hospital militar con diagnóstico grave”, dice Loret en su programa de Latinus.
A López Obrador se le diagnosticó con angina inestable de riesgo alto, un preocupante mal cardiaco que puede conducir a infartos. Luego del 2 de enero, en Palacio Nacional, se le tomaron muestras de sangre y de laboratorio, una semana después, el día 10, López Obrador anunció en Twitter que tenía Covid-19. “Ni él ni nadie de su gobierno se refirió al traslado de emergencia ni al diagnóstico grave”, apunta Loret.
El Culiacanazo
Uno de los documentos revela cómo los hijos del Chapo Guzmán “doblaron” al gobierno mexicano en el operativo conocido como Culiacanazo, ocurrido el 17 de octubre del 2019.
En uno de los correos revisados se pone como ejemplo un parte especial del Culiacanazo para que los militares de la Guardia Nacional redacten así este tipo de informes. En el documento se hace un resumen de lo sucedido:
“El Ejército establece que a las 15 horas con 15 minutos “se llevó a cabo la detención de Ovidio Guzmán, cumplimentando una orden de aprehensión girada el 2 de abril de 2018 por la Corte Federal de Columbia en Estados Unidos, por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de acopio y tráfico de armas, secuestro, cobro de piso y delitos contra la salud”.
“El parte militar explica que dos minutos después, ‘los efectivos de seguridad invitan a Ovidio a persuadir a sus hermanos de cesar su actitud hostil”, y que para ello se comunicó directamente con “Iván Archivaldo Guzmán Salazar, conminándolo a ordenar el cese de las agresiones, pero su hermano respondió con una negativa y lanzó amenazas contra el personal militar y sus familias'”.
Por lo anterior, transcurridas algunas horas, el presidente Andrés Manuel López Obrador “dobló las manos ante el cártel de Sinaloa”, señala la pieza de Loret en Latinus.
El parte militar señala: “A las 19:30 horas, se recibe la orden por parte del Ciudadano Presidente de la República del cese del operativo para detener a Ovidio Guzmán López”.
Otro punto a destacar es que la versión oficial sobre las víctimas mortales del Culiacanazo menciona que fueron ocho; no obstante, los documentos internos de las Fuerzas Armadas señalan que fueron nueve personas fallecidas.
Ojeda y Crescencio, “un choque”
Un dato más que revela Latinus es que hay una carta del secretario de Marina, almirante Rafael Ojeda, al secretario de la Defensa, general Luis Crescencio Sandoval, en el cual muestran sus diferencias sobre la seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), con fecha del 22 de junio pasado.
En uno de los párrafos escritos por el almirante Ojeda se puede leer lo siguiente:
“Esto no es cuestión de números, sino de coordinación entre instituciones, siempre respetando nuestras áreas de competencia… nunca con la intención de buscar protagonismos”.
Con lo anterior, señala Loret de Mola, “podemos deducir el nivel de choque entre las dos cabezas de las Fuerzas Armadas”.
Carencia del Ejército en cruces fronterizos
Otro dato de seguridad nacional que dieron a conocer es cuánto personal del Ejército está destacamentado en cada uno de los cruces fronterizos de Tijuana, y en cada punto táctico.
Destacan que en la frontera sur, en Cancún, el caso es “especialmente grave”, según la nota de Latinus, pues en la terminal del aeropuerto de Cancún la Defensa admite que lo óptimo es contar con 56 elementos, pero solo hay 14.
En algunos horarios, la presencia de personal es de tres militares, lo cual pone a esta zona en “condiciones de debilidad críticas”, que dejaría una puerta abierta para todo tipo de tráfico ilegal.