Con 37 años de carrera, Marta Sánchez ha tenido la oportunidad de pisar los escenarios más importantes de España y Latinoamérica, pero con su espectáculo Piano y voz, ha confirmado que no hay escenario pequeño.
“Con este show he llegado a espacios en verdad pequeños, pero si he de ser sincera han sido de los conciertos que más he disfrutado, porque desde las butacas me llega y siento el cariño de mis fans, el apoyo, porque hay una conexión visual muy grande y yo les veo los ojos, la expresión, cómo vibran con mi música”, menciona en entrevista.
Para la intérprete intentar cosas como ésta, que la sacan de terreno conocido, es parte de su crecimiento y evolución como artista, una estrategia que la ha mantenido vigente en el gusto del público, por eso nunca se ha negado a realizar colaboraciones con estrellas tan distintas a ella como pueden ser Nek, Andrea Bocelli o Carlos Baute.
“Es tener inteligencia para elegir las cosas que vas haciendo y poner mucha pasión”, dice.
Ahora el público de México tendrá la oportunidad de disfrutarla de esta forma tan cercana, cuando llegue a La Maraka con este show el 20 de octubre.
La cantante española explicó que este concierto será un reencuentro con su público después de más de dos años de no verse, algo que le emociona y la tiene muy contenta.
“Es un concierto donde sólo estaré con un piano y habrá dos voces que me harán coros y armonías, pero básicamente estaré cantando mis éxitos sola con el piano. Esto, aunque parece sencillo, ha requerido mucho ensayo, porque en un concepto así se debe tener buena técnica vocal, también conocer muy bien el repertorio, pero sobre todo disfrutar lo que se hace”.
Una de las cosas que se le complicó mucho a Marta al momento de planear este show fue el elegir los temas, porque tiene muchos éxitos pero también muchas canciones bailables, complicadas llevar a este concepto.
“Cuando me propusieron hacer este show, hace ya casi cinco años, no me veía mucho haciéndolo, porque siempre he tenido un repertorio muy movido, como dance, pero cuando lo hice la primera vez me sorprendí al sentir cómo disfrutaba ese concierto, porque hay una conexión muy bonita entre artista y público. Al ser tan íntimo y minimalista no hay distracciones con las luces, ni mucha parafernalia; el público te escucha más”.
Ha sido tan buena su experiencia con Piano y voz, que la española ya está preparando un segundo espectáculo bajo este concepto, que ahora incluya temas que sí le permitan al público bailar y cantar.