Beijing.— El mandatario chino, Xi Jinping, propuso acelerar el desarrollo militar y defendió políticas que han tensado las relaciones con Washington y endurecido el control del Partido Comunista, que gobierna el país, sobre la sociedad y la economía chinas.
Xi, el político chino más influyente en décadas ofreció un discurso en la apertura de un congreso del partido seguido por empresas, gobiernos y la población china, que buscaban indicios sobre el rumbo político y económico del país. La cita se celebra en medio de una crisis económica y de tensiones con Washington y vecinos asiáticos por comercio, tecnología y seguridad.
Xi pidió a los chinos unidad. “La unión hace la fuerza y la victoria requiere de unidad”, señaló. Los planes del partido apuntan a crear una sociedad próspera para mediados de siglo y restaurar el papel histórico de China como líder político, económico y cultural. Beijing ha ganado presencia con proyectos como la multimillonaria Iniciativa Cinturón y Ruta de la Seda para construir puertos y otra infraestructura en Asia y África, pero economistas advierten que revocar reformas de economía de mercado podría limitar el crecimiento.
“Los próximos cinco años serán cruciales”, dijo Xi en un discurso televisado de una hora y 45 minutos ante unos 2 mil delegados en el enorme Gran Salón del Pueblo. Invocó en varias ocasiones su lema de “rejuvenecer la nación china”, que incluye reavivar el papel del partido como líder social y económico, en un regreso a lo que Xi considera como su era dorada después de tomar el poder en 1949.
“Trabajaremos más deprisa para modernizar la teoría, el personal y las armas militares”, dijo Xi en el discurso, salpicado por breves momentos de aplausos de los delegados, que llevaban mascarillas. “Mejoraremos la capacidad estratégica del ejército”.
El congreso nombrará a los líderes del país para los próximos cinco años. Se espera que Xi, de 69 años, rompa con la tradición y se otorgue un tercer mandato de cinco años como secretario general del partido, lo que reafirmaría su estrategia de imponer su dominio en la economía, sociedad y cultura tras cuatro décadas de liberalización de mercado.
Xi presentó como un éxito la rígida estrategia de “Cero Covid” de su gobierno, que ha cerrado grandes ciudades y trastocado viajes y negocios. No apuntó a posibles cambios, pese a la frustración del público con su creciente coste. El mandatario alegó que su gobierno puso “en primer lugar a la población y sus vidas”.
También defendió su manejo de dos cuestiones muy delicadas para Beijing: las protestas prodemocracia y posterior represión en Hong Kong, que en su opinión pasó “del caos a la gobernanza”, y las tensiones por Taiwán. Denunció la interferencia de “fuerzas externas” en esta isla con un gobierno autónomo y advirtió que China “jamás renunciará al uso de la fuerza” para reunificarla. Intentaremos buscar la perspectiva de una reunificación pacífica con la mayor sinceridad y los mayores esfuerzos, pero no nos comprometeremos jamás a abandonar el recurso de la fuerza”.
El Congreso nombrará un Comité Permanente del partido, el círculo interno de poder. No se esperaba que se nombraran responsables económicos hasta que la legislatura china, un organismo ceremonial, se reuniera el próximo año. Pero el nuevo comité, que se anunciará tras el final del congreso el sábado, será una pista de quién tiene opciones de suceder a Li Keqiang como responsable económico. Se espera que Xi impulse a aliados que comparten su ambición de desarrollo guiado por el estado. Los analistas esperaban a saber si la crisis que ha hecho caer el crecimiento económico a menos de la mitad del objetivo oficial del 5.5% podría forzarle a hacer concesiones y ascender a partidarios de reformas más abiertas a los mercados y empresarios que generan riqueza y empleos.
Aunque su discurso estuvo principalmente centrado en la política interior, Xi afirmó que China “está totalmente opuesta a cualquier forma de hegemonía” y “se opone a la mentalidad de Guerra Fría”. No hizo ninguna mención a las tensiones con Estados Unidos ni a la guerra en Ucrania.
Y de cara al próximo mandato, el presidente de uno de los países más contaminantes del planeta se comprometió a “promover activamente” la lucha contra el cambio climático.