Estamos en una epoca de clima cambiante. En el cual el frío ya amenaza, pero el calor aún deja vestigios de rayos solares que quieren construir días mejores, más disfrutables al aire libre. Este sábado incluyó una agradable temperatura máxima de 77 grados, a pesar de los brillantes colores otoñales que se muestran. El récord de este día es de 81 grados, establecido en 1992, según la nota climática de Canal 5 ABC.
Sands, junto con su amiga canina, Layla, estaban entre los que disfrutaban de estos días caninos de octubre. Ambos estaban en el suroeste de Florida, la semana pasada. “Vivo aquí y, a veces, entre seis y siete meses en Florida”, dijo Sands. “Por supuesto, hubo un huracán hace unas semanas, y fue realmente malo, hubo muchas personas desplazadas, y aunque el clima era agradable, el agua estaba clara, pero ya sabes, este clima es increíble, así que Regresé y estoy disfrutando cada minuto”.
Todos esos jugadores de fútbol y ciclistas no son los únicos que disfrutan de esta ola de calor otoñal. Paul Shula, propietario de Bev’s Wine Bar en el Distrito de Almacenes de la ciudad, dijo que incluso una breve ventana de tiempo en el patio es como un imán para los clientes. “En esta época del año podría ser 40 y nevando o obviamente 75 y soleado. Setenta y cinco y soleado siempre es mejor”, dijo con una sonrisa. “Anticipo que esta noche habrá más”.
“Solo queremos salir y disfrutar esto antes de que haga demasiado frío, y las chicas querían salir y hacer algo diferente”, agregó Jon Lance, quien tomó una mesa al aire libre. “Así que teníamos ganas de salir aquí y no hemos estado aquí por un tiempo”. Los expertos en clima dicen que la última vez que hizo este calor en Minnesota el 22 de octubre fue en 1991, 76 grados como en verano.
Y, para no estropear el estado de ánimo, solo nueve días después de ese año llegó la infame tormenta de nieve de Halloween. “¡La ventisca de Halloween, así es!”, recordó Sands. “Alguien dijo algo sobre eso, pero no creo que vayamos a tener eso la próxima semana, no lo creo. Esperemos que no”, agregó. “Mis hermanas se quedaron atrapadas en casa, tenían un montón de amigos y se quedaron atrapadas después de la ventisca”, se ríe Peterson. “Pero yo aún no había nacido”.
La fiesta del clima cálido continuó el domingo, con temperaturas que nuevamente alcanzaron los 70 grados. Sands y sus compañeros de voleibol dicen que planean volver al parque. Un fin de semana con temperaturas para saborear, y quizás un momento para saltarse la revisión de su calendario. “Oh, es hermoso afuera”, exclamó Peterson. “Quiero decir, lo estaba mirando en el trabajo y pude salir aquí, es perfecto”.
