Cianjur.- Un sismo de magnitud 5.6 y de poca profundidad derribó edificios y muros el lunes en Java, la populosa isla principal de Indonesia, donde mató al menos a 162 personas e hirió a cientos. La gente corrió a las calles, algunos cubiertos de sangre y polvo blanco, para ponerse a salvo.
“Lamento informar de que 162 murieron”, dijo el gobernador de Java Occidental, Ridwan Kamil. “La mayoría de los que fallecieron eran niños”, añadió. Muchos eran estudiantes de escuelas públicas que habían terminado sus clases regulares y estaban tomando lecciones extra en escuelas islámicas, señaló. Cianjur, a unas tres horas en auto de la capital, Java, es conocida por tener un gran número de internados islámicos y mezquitas.
“Se produjeron muchos incidentes en varias escuelas islámicas”, dijo Kamil.
Kamil dijo que más de 13 mil personas cuyas viviendas habían quedado muy dañadas fueron trasladadas a centros de evacuación.
Trabajadores de emergencias atendían a los heridos en camillas ante los principales hospitales, en terrazas y estacionamientos en la región de Cianjur. Los heridos, incluidos niños, recibieron mascarillas de oxígeno y sondas intravenosas y estaban siendo reanimados.
“Me desmayé. Fue muy fuerte”, dijo Hasan, un trabajador de construcción que, como muchos indonesios, sólo utiliza un nombre. “Vi a mis amigos corriendo para escapar del edificio. Pero era demasiado tarde para salir y fui impactado por un muro”.
Los residentes, algunos con niños que lloraban en brazos, huyeron de viviendas dañadas después de que el sismo se sintió a última hora de la tarde, a una profundidad de 10 kilómetros. El sismo sembró el pánico en la zona metropolitana de Yakarta, donde los rascacielos oscilaron y algunos fueron evacuados.
Socorristas y civiles buscaban a personas que pudieran haber quedado sepultadas entre los restos de casas de ladrillos. El temblor tuvo fuerza suficiente para derribar muros, trozos de concreto y tejas, algunas de las cuales cayeron en dormitorios.
agv