A pesar de que los temas extra cancha ensucian la imagen de Qatar, la Copa del Mundo siempre va a sobresalir y brillar por las historias que presenta. El Estadio Lusail fue el escenario de un cuento de fantasía para Arabia Saudita, y uno de terror para Argentina, que perdió en su debut por 2-1 en un partido que en el papel lo tenían ganado.

El equipo dirigido por Lionel Scaloni se llevó una sorpresa la primera mitad al enfrentarse a un equipo saudí que, con un orden digno de las mejores selecciones del mundo, logró descolocar en siete ocasiones a la Albiceleste. De hecho, en los primeros 45 minutos lograron que les anulen tres goles a los sudamericanos por fuera de lugar.

Lionel Messi (9’) convirtió el 1-0 por la vía del penalti, después de que el VAR confirmara que Leandro Paredes fue derribado dentro del área. El astro argentino cobró con suavidad y la frialdad de los grandes al poste derecho del arquero Mohammed Al Owais.

Si Arabia Saudita ya era incómoda para Argentina, la segunda mitad se convirtió en un infierno. Saleh Al-Shehri (47’) superó a Cristian Romero y entrando al área disparó cruzado al poste izquierdo de Emiliano Martínez e igualó el encuentro 1-1.

Con la ‘Scaloneta’ en estado de shock, los árabes redoblaron la apuesta y dieron vuelta el marcador. Salem Al-Dawsari convirtió un auténtico golazo con un tiro de larga distancia por el costado izquierdo. El envío cruzado dejó a Martínez sin oportunidad y la euforia se materializó con los gritos de la afición saudí que festejó el 2-1.

Finalmente, Argentina no encontró respuestas, sus grandes figuras no aparecieron para salvar a la Albiceleste de la tragedia y perdieron el invicto de 36 partidos. Del otro lado, la fiesta de Arabia Saudita que consiguió un triunfo histórico al derrotar a una de las candidatas a ser campeona del mundo, aunque hoy estén con un pie fuera de la fase de grupos.

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