“No dijo una palabra, no dijo nada. Sólo apareció y empezó a disparar”. El tiroteo de la noche del martes en un Walmart en Chesapeake, en Virginia, dejó una estela de luto y de terror.
Las autoridades se han limitado a decir que el autor era un empleado de la tienda, que usó una pistola para disparar y que se habría quitado la vida tras asesinar a seis personas y herir a otras tantas.
Sin embargo, empleados de la tienda que sobrevivieron al ataque identificaron al agresor como el gerente del turno nocturno Andre Bing, de 31 años de edad.
Briana Tyler, una de las trabajadoras del lugar, contó a la cadena ABC News lo que vivió.
“No dijo una palabra, no dijo nada, sólo apareció y empezó a disparar”, dijo. “No estaba apuntando a nadie en particular. Simplemente comenzó a disparar en el área de descanso y vi a muchas personas caer al piso, ya sea porque se estaban tratando de proteger o porque habían recibido algún impacto de bala”.
Afortunadamente falló
Aseguró que el tirador la vio “directamente a los ojos” y disparó, pero “afortunadamente falló” y la bala pasó a unos centímetros de su cabeza.
La mujer señaló que ella comenzó a trabajar en el Walmart hace unos dos meses y que el agresor “era el supervisor sobre el que todo el mundo tenía, ya sabe, algo que decir, siempre tenía algún problema con alguien”. Aun así, subrayó que “nada” apuntaba a que pudiera acabar cometiendo un crimen de este tipo.
Otro empleado, Kevin Harper, dijo a ABC que él estaba en la sala de descanso, esperando a que llegara el momento de comenzar su turno nocturno, pero que sintió que algo no andaba bien y se salió. Momentos después, escuchó dos o tres disparos y corrió a esconderse. “No sé cuánto tiempo estuve escondido. El tiempo se detuvo en ese momento”.
Luego, corrió lo más rápido que pudo a la entrada de la tienda. En su carrera, vio dos personas tiradas en el piso, incluyendo una mujer cubierta de sangre.
“Estoy rezando por mi familia de Walmart”, dijo.
Tenía problemas con empleados
Harper dijo que el gerente que disparó contra los empleados era conocido porque tenía problemas con algunos de ellos, que solían quejarse de él.
Jessie Wilczewski, otra testigo, dijo a la televisora local Wavy que ella apenas tenía cinco días trabajando en la tienda, y aseguró que si bien el atacante no emitió palabra al disparar, si se reía. “No parecía real”, dijo. “Sólo se oía el pum, pum, pum”.
En el centro de reunificación establecido para la reunión de familias y para obtener información sobre las víctimas, y en los hospitales adonde fueron trasladadas las víctimas, las escenas eran de llanto y duelo.
“¡Mataron a mi hermano!”, gritó un hombre afuera de un hospital.
Joetta Jeffrey contó a CNN que su madre estaba en la tienda cuando se desató el tiroteo, y comenzó a enviarle mensajes de texto para contarle lo que ocurría. La madre, Betsy Umpglett, no resultó lastimada. “Estoy llorando. Estoy temblando. Acababa de hablar con ella sobre que iba a comprar los pavos para el Día de Gracias, y luego pasó esto”.
El presidente Joe Biden condenó la matanza. “Debido a otro acto de violencia horrible y sin sentido, ahora habrá aún más mesas en todo el país que tendrán sillas vacías este Día de Acción de Gracias”, dijo en un comunicado, pidiendo leyes de control de armas más estrictas.
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