Largas filas se hicieron en la sección VIP del Hell and Heaven para escuchar a la legendaria banda de heavy metal Scorpions luego de que Pantera, otra banda clásica del metal encendiera los ánimos en el cierre del primer día del festival.
“He pasado la mitad de mi día en puras filas, desde el ingreso y también para poder colocarle dinero a la pulsera del evento, una muy mala organización”, compartió Octavio Avellaneda en entrevista.
Gente alcoholizada lanzando cerveza, bañaba a propios y extraños, los sanitarios para hombes que nunca estuvieron bien habilitados se desbordaban en todas las zonas del evento, las carpas para disfrutar de los alimentos nunca contaron con iluminación, y el frío comenzó a hacer estragos a las altas horas de la noche en la que Scorpions salió a cerrar el primer día de actividades del festival.
Con todo y las fallas técnicas, de organización, y de logística, la banda creada en Hanover en 1965, salió al rescate de un festival lleno de dificultades, cuyo cartel por momentos quedó en segundo plano.
Antes de escuchar a Scorpions incluso la manta con su nombre no pudo ser elevada hasta lo más alto del escenario como sí sucedió momentos antes con Pantera, dejándola caer a mitad de camino, y así con el performance a medias Klaus Meine salió al rescate, con una voz que suena igual a los primeros años de historia de la agrupación.
“Rhythm of Love”, “Believe in love”, “You & I”, fueron de los primeros temas que tocó la banda durante su presentación, donde Rudolf Shenker el guitarrista líder lució una guitarra con un diseño de Las Vegas Nevada, mientras el baterista Mikkey Dee, también demostró a sus casi 60 años de edad la audacia que sigue teniendo con sus cuatro extremidades al momento de estar frente a las percusiones.
Finalmente llegaron los temas que prendieron a todos los asistentes “Send me an angel”, “Wind of change”, que todos corearon al unísono, y después de una falsa despedida, el grupo realmente cerró su presentación con “Rock you like a Hurricaine”.
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