Kiev.— Una nueva ola de misiles rusos fue lanzada sobre Ucrania, que causó cortes de energía y el suministro de agua al impactar en infraestructuras.

El ataque de Rusia plantea la amenaza de una escalada de la guerra, debido a que Ucrania alcanzó por su lado un aeródromo ruso con bombarderos capaces de portar armas nucleares.

“Ucrania sufre un octavo ataque masivo de misiles de un Estado terrorista. Desgraciadamente, ya hay daños en la infraestructura energética”, indicó la operadora ucraniana de energía eléctrica Ukrenergo, instando a la gente a permanecer dentro de los refugios.

De hecho, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de visita a Ucrania, tuvo que trasladarse a un albergue subterráneo en Kiev a causa de los misiles, indicó la ONU. “Estaba a punto de entrevistarme con defensores de los derechos humanos en mi segundo día en Kiev, y tuve que desplazar la reunión aquí a este refugio, (…) porque sonaron las sirenas”, declaró Volker Türk en un breve video transmitido a la agencia AFP.

“Y mientras teníamos la reunión, hubo una ola de ataques de misiles contra Ucrania, algunos de los cuales cayeron cerca de Kiev. Pueden imaginar lo que significa para la población. Eso se ha convertido en una nueva normalidad, pero tiene un impacto enorme en los civiles y debe cesar”, agregó el funcionario.

En la capital ucraniana, personas llenaron rápidamente la céntrica estación del Metro de Zoloti Vorota tras activarse las alarmas de ataque aéreo. No había señales de que la ciudad o la región circundante hubieran sido alcanzadas.

Zaporiyia fue una de las regiones golpeadas por los bombardeos. “Esta vez, los ocupantes golpearon con sus misiles malditos la infraestructura industrial y energética de la ciudad de Zaporiyia”, escribió en Telegram el alcalde en funciones, Anatoliy Kurtev.

Debido a los bombardeos, quedó interrumpido el suministro de agua y luz en Odesa (sur) y también desapareció la electricidad y la calefacción en Krivói Rog (centro), y en Mykolaiv (sur) se produjo un corte de emergencia mientras se activaron las alarmas.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, cifró en cuatro los civiles muertos en la nueva oleada de misiles rusos lanzados contra Ucrania. “Hay cuatro personas muertas por los ataques rusos hoy. Mis condolencias a familiares y amigos”, afirmó en su habitual discurso nocturno.

Según Zelensky, se lanzaron 70 misiles y la mayoría fueron derribados, aunque “desafortunadamente todavía no se puede garantizar la seguridad completa del cielo”, pues hubo varios impactos. “Cada misil ruso derribado es una prueba concreta de que el terrorismo puede ser derrotado”, afirmó.

Del lado ruso, dos bases aéreas situadas en el centro del país fueron objeto de ataques ucranianos con drones que causaron tres muertos, refirió el Ministerio de Defensa. El lunes por la mañana, “el régimen de Kiev (…) intentó efectuar bombardeos con drones de diseño soviético contra la base aérea de Diaguilevo, en la región de Riazan, y la de Engels, en la región de Saratov”, explicó en un comunicado.

El presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con utilizar todos los medios disponibles para defender su territorio, una declaración que muchos han interpretado que incluye el uso de armas atómicas.

El mandatario apareció en la televisión en imágenes en las que se le ve al volante de un coche que circula por el puente de Crimea, parcialmente destruido en una explosión —el pasado 8 de octubre en un atentado con autobomba cometido supuestamente por Ucrania— y que conecta el territorio ruso con la península ucraniana anexionada en 2014.

Putin recorrió en un auto en compañía de altos funcionarios la sección reconstruida del puente de 19 kilómetros, el cual el presidente inauguró en 2018 como parte de un costoso esfuerzo para consolidar su reclamo sobre Crimea. “Vamos por el lado derecho. La parte izquierda del puente, por lo que sé, aún está en obras”, comentó Putin al viceprimer ministro, Marat Jusnullin.

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