El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó la declaración de emergencia para el estado de Nueva York, el más afectado por la tormenta Elliot, para facilitar la ayuda federal necesaria para paliar sus efectos y atender a los afectados, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Con esta declaración el la Administración de Biden aprueba la ayuda federal al gobierno estatal y los locales para hacer frente a las consecuencias de esta tormenta severa que ha causado la muerte de al menos medio centenar personas en todo el país, 27 de ellos en el noroeste del estado de Nueva York.
El presidente autorizó así al Departamento de Interior y a la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA) a coordinar las acciones que sean necesarias para afrontar esta situación y “aliviar la adversidad y el sufrimiento” provocados por el temporal.
Estados Unidos intenta recuperarse de los estragos provocados por el frente ártico que se ha llevado la vida de más de 50 personas, la mitad en la zona de Búfalo, en el estado de Nueva York.
Las fuertes nevadas y los vientos huracanados han dejado a miles de personas atrapadas en sus casas y en las carreteras, miles de pasajeros varados en Nochebuena por la cancelación de vuelos y miles de hogares sin luz por el colapso de la infraestructura eléctrica.
Más temprano, la gobernadora de Nueva York Kathy Hochul pidió que sea declarado el estado de emergencia y agregó que aunque la situación es mejor, todavía se espera que caigan entre 15 y 30 centímetros de nieve en el sur del condado de Erie, cuya capital es la ciudad de Buffalo.
“La situación no es mala como en el último par de días, pero sigue siendo una situación peligrosa para estar fuera. Quédense en casa hasta mañana”, insistió Hochul, que calificó la tormenta como “única en una generación”.
El alcalde de Buffalo, Byron Brown, aseguró que su casa fue una de las que sufrió cortes de luz y explicó que estuvo a 4 grados centígrados con varios miembros de su familia incluidos dos menores.
Brown también hizo referencia durante su intervención a la existencia de saqueos en la ciudad y la detención de algunas personas.
“Entendemos perfectamente las dificultades por las que están pasando tantas familias y la frustración a la que se enfrentan. Hay 18 muertos en Buffalo: en las calles, se desorientaron y murieron; gente que murió en coches y en casas”, dijo Brown antes de subrayar que es una situación “muy difícil y peligrosa”.