Benedicto XVI, hoy de 95 años de edad, se convirtió en febrero de 2013 en el primer papa en renunciar al cargo en casi 600 años. ¿Por qué?
El Vaticano informó este miércoles que el estado de salud de Benedicto XVI se agravó en las últimas horas “por el avance de la edad”, aunque afirmó que “la situación por el momento sigue bajo control” de los médicos.
El 11 de febrero de 2013, Joseph Ratzinger, sorprendió al mundo al anunciar su renuncia, la cual se hizo efectiva el 28 de febrero del mismo año. Lo sucedió el actual papa Francisco.
Desde 2009 surgieron los llamados al pontífice alemán para que diera un paso al costado, por la cadena de escándalos en torno a los abusos en la Iglesia católica, así como los obstáculos en su pontificado al diálogo con iglesias de otras religiones.
En 2010, en su libro Luz del mundo: El papa, la Iglesia y los signos de los tiempos, Benedicto XVI insinuó que podría renunciar: “el papa que ya no sea física, sicológica y espiritualmente capaz… tiene derecho, y bajo ciertas circunstancias, la obligación de renunciar”, señaló entonces.
Sin embargo, el Vaticano y el propio Benedicto XVI afirmaron que la decisión de dimitir estuvo motivada por la edad del jerarca alemán.
Según el diario L’Osservatore Romano, Benedicto XVI tomó la decisión durante sus viajes a México y Cuba, en marzo de 2012.
Pidió perdón por sus defectos
“Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino… Por esta razón, y muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de San Pedro… Agradezco muy sinceramente todo el amor y el trabajo con el que me apoyaron en mi ministerio y les pido perdón por todos mis defectos”, declaró al renunciar.
En 2020, el cardenal Mario Grech dijo en una entrevista que Benedicto XVI “tiene dificultades para hablar” y que les había comentado: “El Señor me ha quitado la palabra para hacerme apreciar el silencio”.
En entrevista con el diario Corriere della Sera, en 2021, Benedicto XVI, rechazó haberse arrepentido de su dimisión. “Fue una decisión sufrida, pero creo que hice bien, mi conciencia está tranquila”. Frente a la polémica por la presencia de dos papas, él como papa emérito y Francisco como Pontífice en activo, dijo: “No hay dos papas, hay uno solo”.
El entrevistador dijo que la voz de Benedicto XVI “es un soplido, va y viene”, mientras que el arzobispo Georg Ganswein aseguró que “la mente -del jerarca alemán- sigue lúcida, rápida como los ojos, atentos, vivos. El cabello blanco aparece un poco largo, cándido debajo del solideo papal. Desde las mangas saltan a la vista dos muñecas flaquísimas que subrayan una imagen de gran fragilidad física”.
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