La agencia de seguridad vial del gobierno de EE.UU. cerró una investigación de más de seis años sobre los olores del escape en las cabinas de pasajeros del Ford Explorer y determinó que los SUV no tienen altos niveles de monóxido de carbono y no necesitan ser retirados del mercado, informó Canal 5 ABC con datos de Agencia AP. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras dice que revisó más de 6,500 quejas de consumidores, probó los SUV en el campo y llamó a expertos en seguridad automotriz, médica, ambiental y de seguridad ocupacional antes de tomar la determinación.
La investigación cubrió casi 1.5 millones de Explorers de los años modelo 2011 a 2017 e involucró quejas de enfermedades y accidentes que involucraron tres muertes y alegaron que hubo 657 heridos. Muchas quejas provinieron de departamentos de policía que usaban Explorer Police Interceptors como vehículos de patrulla.
Pero la agencia dijo en documentos publicados el lunes que usó métodos de prueba rigurosos para enviar gases de escape a los vehículos. Ningún Explorer con carrocería sellada bajo una campaña de servicio de campo de Ford 2017 tenía niveles de monóxido de carbono superiores a los límites de la Agencia de Protección Ambiental.
La agencia determinó que los problemas de sellado debido a la instalación de sirenas, luces, jaulas y otros artículos fueron los responsables de los niveles más altos de monóxido de carbono medidos en los vehículos que probó. Los niveles más altos de monóxido de carbono en los vehículos de consumo generalmente se deben a problemas de sellado causados por reparaciones después de daños por choque trasero, dijo la NHTSA.
Incluso sin las reparaciones de sellado de Ford, ningún vehículo sin daños por choque o equipo instalado tenía niveles de monóxido de carbono que excedieran los niveles aceptables, escribió la agencia. “Por lo tanto, la agencia no ha identificado un defecto que represente un riesgo irrazonable para la seguridad de los vehículos motorizados”, escribió la agencia.
