El presidente de Estados Unidos Joe Biden dijo el lunes que no enviará aviones caza F-16 a Ucrania para ayudar en su guerra contra la invasión rusa.
“No”, respondió el mandatario al ser consultado por periodistas en la Casa Blanca si estaba a favor de enviar esos aviones, que según los dirigentes ucranianos, encabezan su última lista de armas deseadas.
Luego de serias divisiones, las naciones occidentales finalmente acordaron la semana pasada enviar modernos tanques con estándares de la OTAN, una de las armas más poderosas de sus ejércitos convencionales.
La mejora en el apoyo militar avivó la esperanza de Kiev de comenzar a recibir pronto aviones caza F-16 para reforzar su disminuida fuerza aérea, sin embargo este sigue siendo asunto de álgido debate en Occidente.
El refuerzo de las Fuerzas Aéreas de Ucrania con aviones de combate de cuarta generación como los F16 estadounidenses se ha convertido en una tarea prioritaria del presidente, Volodimir Zelensky, que el pasado 26 de enero en su habitual discurso nocturno recalcó que “la agresión rusa puede y debe ser detenida con armamento adecuado”.
Cuando se asoma el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero, hay expectativas crecientes de que Biden viaje a Europa como muestra de apoyo para la alianza que respalda a Ucrania.
Polonia está en el corazón del esfuerzo occidental como centro logístico, proveedor de armas y aliado estadounidense clave en Europa del Este.
“Estaré yendo a Polonia, aunque no sé cuando”, dijo Biden a los periodistas al ser preguntado por una eventual visita.
Por su parte, los líderes europeos se mostraron abiertos a la idea de enviar aviones de combate avanzados, incluso si Ucrania aún no los solicita formalmente.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo el lunes que no descartaría etregar aviones de combate a Ucrania, aunque advirtió sobre el peligro del escalamiento del conflicto.
Macron sostuvo conversaciones con el primer ministro holandés, Mark Rutte, quien ya planteó la idea de enviar F-16 holandeses.
“No hay tabú, pero sería un gran paso”, dijo Rutte.
En Suramérica, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva descartó enviar municiones a Ucrania y propuso a cambio crear un grupo de paz para acabar con el conflicto, al recibir al canciller alemán Olaf Scholz.
“Brasil es un país de paz”, enfatizó el lunes en una rueda de prensa conjunta en palacio de Planalto, y añadió: “Mi sugerencia es que creemos un grupo de países que se siente en la mesa con Ucrania y Rusia para intentar llegar a la paz”.