Los grupos del crimen organizado en México han recurrido a diferentes métodos para ocultar las sustancias ilícitas que pretenden distribuir en diferentes estados de la República. Ya sea en cocos, jabones artesanales, comida para perro o autopartes, los cárteles de la droga buscan que los enervantes pasen desapercibidos por las autoridades.
Fue bajo ese contexto que, en un insólito hallazgo, elementos de la Secretaría de Marina (Sema) detectaron miles de costales de carbón contaminado con cocaína, cuyo peso superaba las 30 toneladas. Ante el descubrimiento registrado en el estado de Tamaulipas, las autoridades procedieron a destruir la droga mediante el método de incineración.
Aunque no se detalló la manera en que se llevó a cabo el hallazgo, en las imágenes compartidas se puede observar un terreno al aire libre cubierto por pedazos de carbón de diferentes tamaños. En uno de los costados se aprecian costales de la roca sedimentaria de color negro, al igual que maquinaria pesada.
Según el informe de la Fiscalía General de la República (FGR), luego de detectar que el carbón estaba contaminado con cocaína, lo trasladaron a la Unidad Naval de Protección Portuario número 12, ubicada en el Puerto de Altamira. En dicho lugar, los agentes de la Semar procedieron a incinerar el narcótico.
En total se destruyeron dos mil 339 costales que contenían 33 toneladas 552 kilogramos de carbón. En estas acciones también estuvieron presentes elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, con la finalidad de verificar que la incineración se realizara conforme a lo establecido en el Programa de Destrucción de Narcóticos.
Esta no ha sido la primera vez que la Semar detecta carbón contaminado con cocaína. En febrero del año pasado, las autoridades interceptaron tres costales de carbón antracita que, de igual manera, estaban adicionados con dicho narcótico. El hallazgo se registró en el Recinto Portuario de Manzanillo, en Sonora.
En aquella ocasión, la droga estaba oculta en un contenedor que, según los reportes, venía de Buena Ventura, Colombia (aunque no se detalló el destino final del cargamento). En total se aseguraron 120 kilogramos, los cuales también fueron destruidos por las autoridades correspondientes.
El carbón es un tipo de combustible sólido que se utiliza en una diversidad de industrias, que van desde la energía, la construcción y la agricultura. El antracita tiene diferentes propósitos: puede ser usado en los sistemas de calefacción, en el sector siderúrgico para fundición, así como en los sistemas de filtración de agua para su limpieza.
Los cárteles de la droga recurren a este tipo de material con dos fines principalmente: para que la cocaína se disfrace de carbón y para liberarla de su olor natural. Con ello, se busca que las autoridades no la detecten a simple vista y que los binomios caninos no perciban el aroma que desprende.
“Este método es usado por la delincuencia organizada, consistente en contaminar intencionalmente un producto ilícito, con fines de ocultamiento de la sustancia ilícita, buscando que ésta pase desapercibida por las autoridades, para conseguir llegar a su público objetivo”, ha informado la Semar.
Uno de los hallazgos más recientes de este tipo en México se reportó en noviembre del año pasado en Tamaulipas, donde fuerzas federales detectaron dos contenedores de Colombia con destino a Francia, en los cuales habían sacos de carbón vegetal contaminados con cocaína, cuyo peso era de 35 mil 985 kilos.
Cabe precisar que esta práctica no es específica de los cárteles mexicanos, pues en junio de 2021 se registró un caso similar en España: tres personas fueron detenidas por introducir 862 kilos de cocaína disfrazada de carbón. La droga venía de Barranquilla, Colombia, y tenía como destino al país vasco.
“El modus operandi implicó el uso de un complejo proceso químico para camuflar las drogas como carbón vegetal, en un proceso que fue llevado a cabo por los cárteles mexicanos y colombianos”, dijo en su momento la policía española en un comunicado.