Ankara/Damasco.— Más de 4 mil 300 personas murieron y otras 16 mil han resultado heridas por un devastador terremoto de magnitud 7.8 que sacudió el lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, que se sintió incluso en Groenlandia. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que el saldo final de fallecidos oscilará en alrededor de 20 mil.

En Turquía, donde se registró el epicentro, más de 2 mil 921 personas murieron, anunció en la noche del lunes el vicepresidente Fuat Otkay. Añadió que más de 15 mil 834 personas resultaron heridas. Según Otkay, en total 7 mil 840 personas han sido retiradas de los escombros y 4 mil 748 edificios se derrumbaron.

El gobierno turco ha anunciado que a partir de hoy quiere organizar una evacuación controlada de las zonas más afectadas. “Los que quieran irse en sus vehículos pueden irse”, dijo la vicepresidenta de Turquía, Fuat Oktay.

En Siria, el sismo causó al menos mil 444 muertos. En áreas controladas por el gobierno el balance es de “mil 431 heridos y 711 muertos en las provincias de Alepo, Latakia, Hama, Tartus”, indicó el Ministerio de Salud. En las partes controladas por los rebeldes en el noroeste, al menos 733 personas murieron y 2 mil 100 resultaron heridas, según el grupo de rescate de los Cascos Blancos. El balance total de muertos se eleva a al menos 3 mil 800, luego de que Turquía revisó su balance.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) recordó que en estas áreas opositoras, “fuertemente” sacudidas, residen 4.1 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, y que son en su mayoría mujeres y niños. “La situación es muy grave, muchas personas siguen todavía bajo los escombros de edificios”, declaró el cirujano Majid Ibrahim desde el hospital Al Rahma de la ciudad siria de Darkush.

El temblor se sintió a las 04:17 (hora local) y se produjo a una profundidad de 17.9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en el sureste de Turquía, a 60 kilómetros de la frontera siria. Se registraron unas 50 réplicas, entre ellas una de magnitud 7.6 que golpeó la zona nueve horas después, a cuatro kilómetros al sureste de Ekinozu.

El balance de las víctimas ha ido agravándose con las horas debido al alto número de edificios derrumbados —unos 3 mil 471, según las autoridades— en ciudades turcas como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir.

La OMS advirtió que la cifra de decesos podría ser hasta hasta ocho veces superior, esto es, de hasta 20 mil. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró siete días de luto por las víctimas. “Nuestra bandera estará izada a media asta hasta la puesta de sol del domingo”, dijo en Twitter.

Su gestión de esta tragedia tendrá mucho peso en las próximas elecciones presidenciales y legislativas del 14 de mayo.

Hans Kluge, jefe de la OMS en Europa, dijo que las oficinas regionales de la agencia de Naciones Unidas en el este del Mediterráneo estaban ayudando en el creciente esfuerzo internacional para transportar rápidamente medicamentos y equipos de asistencia a las áreas afectadas. Kluge tuiteó: “En medio de la devastación provocada por el terremoto de hoy en Turquía y Siria, ofrecemos nuestras más profundas condolencias a todas las comunidades dañadas”.

La comunidad internacional reaccionó tan rápido como se enteró de este suceso y prometió asistencia a Turquía en varios niveles. México anunció que enviará a Turquía equipo y especialistas de rescate para ayudar a los damnificados, informó el canciller Marcelo Ebrard.

“Por instrucciones del presidente [Andrés Manuel] López Obrador saldrá en las próximas horas avión de la Fuerza Aérea Mexicana con equipos y especialistas de rescate luego del sismo” de magnitud 7.8 con epicentro en Gaziantep, Turquía, detalló Ebrard en su cuenta de Twitter.

Por la mañana, López Obrador señaló que había dado instrucciones a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a la de Marina y la de Defensa para que “organicen la ayuda que se pueda ofrecer, que se pueda brindar”.

El mandatario Joe Biden prometió a Erdogan que Estados Unidos enviará toda la ayuda que sea necesaria para apoyar la recuperación del país. “Reafirmó la disposición de EU a proporcionar cualquiera y toda la ayuda necesaria a nuestro aliado de la OTAN Turquía en respuesta a esta tragedia”, dijo la Casa Blanca.

Los gobiernos de Brasil, Colombia y Venezuela afirmaron que enviarán asistencia a Turquía, en tanto Argentina, Cuba y Uruguay, entre otros, externaron mensajes de solidaridad. El embajador de Siria ante la ONU prometió a este organismo que la administración movilizará sus recursos.

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