Aunque muchas personas creen que dormir pueden ser una pérdida de tiempo o que, en realidad, provoca una caída en la productividad, la verdad es que este periodo es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, durante el sueño, pueden aparecer algunas situaciones que afecten el descanso, como son la parálisis de sueño y las experiencias fuera del cuerpo (OBE por sus siglas en inglés). Pero de qué se trata cada una y cómo influyen en el día a día de las personas.
Según una reciente investigación, liderada por el Laboratorio de Sueño y Memoria del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y publicada en la revista The Journal of Sleep Research, “las personas que experimentan las OBE durante el sueño tienen más emociones positivas, a diferencia de lo que sucede con las parálisis del sueño típicas que suelen ser mucho más desagradables”.
Además, lograron determinar que existía una suerte de “aura”, como ocurre con la epilepsia o la migraña, antes de que la parálisis del sueño se haga presente y que un pequeño grupo de personas podrían inducir una experiencia OBE, con lo cual se podría llegar a impulsar esta acción en aquellos que sufren de parálisis de sueño. Infobae dialogó con la licenciada Nerea Herrero, Investigadora del Laboratorio de Sueño y Memoria del ITBA, una de las expertas a cargo de la investigación, quien explicó sobre esta condición, en qué se diferencian entre sí, entre otros puntos relevantes.
¿Qué es la parálisis del sueño?
Para poder explicar las fases del sueño de forma sencilla lo primero es dividirlas en dos etapas: REM (por sus siglas en inglés, que significa movimiento ocular rápido) y no REM. Esta última tiene tres periodos: el primero es la transición entre la vigilia y el sueño, el segundo surge cuando se está dormido y el último es el sueño profundo o sueño de ondas lentas.
Entonces, la cuarta es el REM, momento en el cual los ojos parpadean y el cerebro está activo, ya que la actividad cerebral es parecida a la registrada durante las horas de vigilia. En general, en esta etapa aparecen los sueños, los músculos están flácidos para evitar que hagamos los movimientos al soñar. Todo el ciclo, según indican desde los CDC, se reinicia cada 80 a 100 minutos; con lo cual se vivencian de 4 a 6 ciclos por noche.
Ahora, qué pasa si estas fases que están tan “perfectamente” identificadas y divididas por nuestro cuerpo sufren modificaciones, como es enfrentar una parálisis del sueño. “Se trata de un periodo en el cual la persona o se despierta en algún momento de la noche o la mañana, o cuando se está quedando dormido, en el cual se siente totalmente despierto, pero no puede realizar ningún movimiento, salvo mover los ojos y respirar. De ahí el nombre de parálisis del sueño”, explicó Herrero.
“En general las parálisis del sueño son experiencias bastante desagradables, las personas pueden tener todo tipo de sensaciones además de la parálisis corporal. Muchas personas sienten una presión en el pecho, o algo que las está aplastando, pueden tener sensaciones en el cuerpo, como que los pellizcan o tocan, o incluso pueden ser percepciones visuales, como una figura que los mira desde algún lugar de su cuarto o al lado de su cama. Estos son los más comunes. De ahí que, también, existe mucho componente paranormal”, señaló la experta.
En ese sentido, destacó que muchas personas evitan hablar sobre el tema, más aún cuando no logran determinar si se trató de un sueño, una pesadilla o si estuvo realmente relacionado con un “evento paranormal”. Incluso, algunas personas comienzan a desarrollar temor a la hora de ir a dormir, realizan “rituales” para poder sobrellevar el descanso o, en los casos más extremos, evitan irse a la cama. Sin embargo, existe otra experiencia que, muy por el contrario, genera otra clase de sensaciones, como son las experiencias fuera del cuerpo (OBE).
“En estas experiencias fuera del cuerpo, se despiertan y sienten que están paralizados, sin poder moverse pero, a la vez, empiezan a sentir una suerte de sensación vestibular, como ese sensación en la panza de cuando te tiras de una montaña rusa, esa suerte de adrenalina en el estómago. Bueno, es algo muy similar. Pero, además, algunos pueden sentir que se empiezan a elevar o que pueden volar o que pueden explorar su entorno. Es una experiencia bastante compleja de explicar, porque además están paralizadas, pero sienten que salen de su cuerpo. Dicen, ‘la parálisis se terminó, me levanto’, pero cuando lo hacen ven que siguen en la cama o, incluso, se ven como desde el techo, pueden ver su cuerpo o manos desde este ‘cuerpo’ externo”, describió la experta.
Según explicó, estos episodios están relacionados con el sueño REM, es decir que ocurre durante el sueño. “La parálisis del sueño es bastante común en sí misma, no es algo patológico. Todos pasamos por ella, lo que pasa es que no lo notamos porque estamos dormidos, ya que es un proceso natural del organismo. Pero hay un gran porcentaje de la población que está despierta cuando lo tiene. Algunos lo transitan durante períodos de estrés, otros algo más espaciado, y otros tuvieron un episodio y nunca más. Pero existen algunos que lo viven de forma recurrente, cada dos o tres días y provoca efectos negativos”, indicó la experta. Al tiempo que señaló que es en este momento donde se acude a alguna terapia para tratar estos signos.
Ahora, en el caso de las experiencias fuera del cuerpo, que se inician durante el sueño, no existen muchas investigaciones científicas. Existe una investigación que, centrada en otra patología, permitió determinar qué ocurre en este periodo. Según detalló la científica, el estudio se realizó en una persona con una epilepsia específica que, dentro de los síntomas de la enfermedad, surgía esta experiencia fuera del cuerpo. Para poder conocer cuál era el comportamiento neuronal, los científicos indujeron a esta persona hacia esta OBE, con resultados asombrosos.
“No tenía el mismo componente que vemos en los reportes de las personas que tienen OBE durante el sueño, pero gracias a ese case report y otros trabajos similares se pudo determinar que el área del cerebro que está involucrada en estas experiencias es la unión temporoparietal, que es la zona del cerebro donde se integra toda la información multisensorial. Dicho de otro modo y con muchas comillas, es donde se construye la idea de que mi cuerpo es mi cuerpo, noto donde estoy parado o sentado, soy consciente de mi entorno”, explicó Herrero. Al tiempo que detalló que, en los casos de OBE por parálisis del sueño, no se sabe qué ocurre específicamente, pero que la responsable es esta sección del cerebro.
“Aura”: un aviso de una parálisis del sueño
Otro de los hallazgos que realizaron fue la detección de un “aura” antes de que se desarrolle la parálisis del sueño o la OBE. En palabras de Herrero, quienes tiene episodios recurrentes, logran identificar estos signos anticipatorios. “Escuchan sonidos, sienten vibraciones, pueden ver destellos o incluso como una suerte de electricidad”, describió la experta.
“Es algo que de alguna manera les avisa que está por venir y eso también es algo que nos dice a nosotros que, como ambos episodios comparten estas auras, entonces se podría llegar a inducir una OBE, que tienen mejores sensaciones, durante la parálisis del sueño. De todos modos, sabemos que falta investigar”, detalló Herrero. Es que, en palabras de la experta, se trata de un estado alterado de conciencia que, al analizar las frecuencias que se desprenden de la actividad del cerebro, no es el estado vigilia, pero tampoco el de sueño.
Es una mezcla de ambos.
“Hay frecuencias mixtas, que son típicas de cuando estás despierto y típicas de sueño, por eso no es vigilia, no es REM. Es un estado de conciencia distinto, intermedio. Eso explica por qué las personas perciben el entorno y, a la vez, cosas que quizás no están ahí”, explicó a Infobae la especialista del ITBA. Asimismo, Herrero advirtió que no existen tratamientos certeros para esta condición, por lo que se aplican medidas para morigerar las consecuencias. “No hay un tratamiento específico, se suele practicar una mejor higiene de sueño o se pueden recetar algún medicamento, pero tampoco es efectivo en todos los casos”, agregó.
Es por esto que, la idea de aplicar estas OBE a las personas con parálisis del sueño abre una nueva puerta. “Hasta ahora, se recomiendan algunos pasos para sobrellevar el episodio de la mejor manera, como es focalizarse en la respiración y tratar de cerrar los ojos, ignorar las percepciones. Incluso, se puede aconsejar psicoterapia”, señaló Herrero. “Ahora son más que nada acciones pasivas, para afrontar el momento, pero si se puede inducir a una OBE, en la cual puedo actuar voluntariamente, me muevo o desplazo y no estoy paralizado en la cama, es diferente”, agregó.
Además la doctora Cecilia Forcato también lideró la investigación, de la que fueron parte 329 personas en total y se centró en el análisis de las OBE – poco estudiadas hasta el momento – desde una perspectiva neurocientífica. “Nuestros resultados abren nuevas puertas para el diseño de tratamientos add-on de la parálisis de sueño, basados en la detección del aura de la parálisis y el control del contenido onírico”, mencionó la directora del Laboratorio de Sueño y Memoria del ITBA. Cabe señalar que esta “institución se destaca en el ranking QS como la universidad privada focalizada en ciencia y tecnología con mayor impacto y vinculación con redes internacionales de investigación de la Argentina “, indicaron.