Damián Alcázar entiende que puede haber “inconvenientes” en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero para él “limpiar la casa implica hacer un poco de polvo”.
El histrión, que ha sido reconocido por el Presidente como “el mejor actor del país”, es abiertamente partidario del movimiento encabezado por el mandatario, pero eso no le impidió trabajar en la nueva cinta del director Luis Estrada, ¡Que viva México!, una sátira de la situación político-social actual.
El filme sigue la historia de Pancho (Alfonso Herrera), un hombre de clase alta que, tras la muerte de su abuelo, tiene que volver a su pueblo natal para enfrentarse a un caos familiar por la herencia.
Lo que expone es el evidente contraste social que existe entre los ciudadanos que apoyan y desaprueban al gobierno. La tesis del director es un guiño a la polarización ideológica.
Respecto a qué tan relacionada está la cinta con la realidad, Alcázar rescata que los ciudadanos ahora parecen mostrarse más participativos con lo que ocurre en el país.
“Era necesario sacudir al mexicano y decirle: ‘oye, ¡despierta!, tienes que participar, tienes que entrar’, la gente estaba apática y el país se estaba desmoronando, vendían todas las riquezas y ahorita todo mundo está: unos a favor, otros en contra, pero todo mundo está interesado”.
No es la primera vez que el actoe de 70 años trabaja con el cineasta de 61 años en películas de corte político. En 1999 comenzaron con La ley de Herodes, que fue una crítica hacia los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.
Radiografía de México
Alfonso Herrera ha sido testigo de esta polarización a través de las redes sociales, por lo que destaca que Luis Estrada siempre tenga un ojo crítico para lo que sucede en el país: “Debería existir un género que se llame ‘Luis Estrada’, porque él crea radiografías quirúrgicas”.
La cinta estrenará el 23 de marzo, luego de que Estrada comprara los derechos de la misma, para controlar la distribución, que llegará a Netflix después del estreno en salas.
“Se logró contra todos los pronósticos y me costó mucho trabajo”, afirma Estrada. “Primero escribir un guión que pintaba a ser una súper producción épica, los guiones normales tienen entre 90 y 120 páginas, éste tenía 200, pero ahí estaba todo lo que yo quería decir. Luego fue juntar el elenco, pandemia y finalmente llegará a las salas”.