El lanzamiento de un misil por Corea del Norte creó confusión en el norte de Japón, donde se emitió una orden de evacuación que fue retirada 30 minutos después.
Las sirenas de alarma sonaron por toda la isla de Hokkaido y se le pidió a los residentes “evacuar inmediatamente” el jueves en la mañana.
La autoridades luego dijeron que el misil no había caído cerca de la isla y suspendieron la alerta.
Las tensiones han aumentado en la región, donde Corea del Norte ya ha lanzado 27 pruebas de misiles este año.
El proyectil voló unos mil kilómetros, en lo que el ejército de Corea del Sur llamó una “grave provocación”.
Todavía no se han hecho públicos más detalles del tipo de arma que se estaba probando. Varios informes dicen que pudo tratarse de un misil balístico de combustible sólido y largo alcance. De ser así, sería la primera prueba que Pyonyang hace de este tipo de arma.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur describió el misil como uno de mediano a largo alcance. El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos lo llamó un misil de largo alcance, mientras que el ministro de Defensa de Japón, Yasukazu Hamada, lo describió como un arma tipo misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés).
Entretanto, la guarda costera de Japón dijo que el misil había caído en las aguas al este de Corea del Norte. El ministro Hamada dijo que no podía confirmar si el misil sobrevoló la zona económica exclusiva de Japón.
Las escuelas en Hokkaido postergaron la hora de entrada y algunos servicios ferroviarios se suspendieron, según informó la emisora japonesa NHK.
Escalada de tensión
El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, declaró que las repetidas pruebas de misiles de Pyongyang representan una “amenaza grave e inminente” para la seguridad de Japón.
Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., dijo que el reciente lanzamiento “inútilmente aumenta las tensiones y arriesga desestabilizar la situación de seguridad en la región”.
En octubre de 2022, hubo otra alerta en el norte de Jaón tras el lanzamiento de un misil balístico de Corea del Norte.
Este último lanzamiento sucedió días después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenara a su ejército a adoptar un estilo “más práctico y ofensivo” de disuasión de guerra, tal como lo informó la agencia noticiosa estatal KCNA.
El gobierno de Corea del Sur está preocupado que, a lo largo de la última semana, Corea del Norte no ha contestado las dos llamadas diarias que usualmente se hacen entre sí.
Típicamente, las dos coreas intercambian llamadas a las 09:00 y 15:00 horas locales a través de una línea directa militar. Estas llamadas diarias de contacto tienen el propósito de evitar enfrentamientos fronterizos.
El martes, el ministro de Unificación de Corea del Sur, Kwon Young-se, describió la suspensión de las comunicaciones por parte del Norte como “unilateral e irresponsable”.
“Las provocaciones de Pyongyang continúan más allá de su protesta contra los ejercicios de defensa entre EE.UU. y Corea del Sur porque Kim Jong-un no ha terminado de demostrar su capacidad de envío nuclear todavía”, comentó Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha en Seúl.
“Sin embargo, ahora que los norcoreanos literalmente no están contestando el teléfono, la falta de comunicación directa y diplomacia aumenta el riesgo de una escalada accidental”, añadió.
Esta es una semana importante para Corea del Norte, que celebra 11 años de Kim en el poder. La nación tiende a marcar estos aniversarios con un despliegue de su progreso militar.
Corea del Norte usualmente marca sus aniversarios importantes con un despligue militar.
Corea del Norte ha estado trabajando para incrementar su arsenal nuclear y construir armas cada vez más sofisticadas. También ha criticado los ejercicios militares conjuntos entre EE.UU. y Corea del Sur, acusándolos de escalar las tensiones.
El reciente lanzamiento de misil también sucede dos días antes del cumpleaños del fundador de Corea del Norte Kim Il Sung, el principal día festivo del calendario del país.
El 4 de octubre de 2022, los residentes en el norte de Japón fueron despertados con sirenas y textos de alerta similares, después de que Corea del Norte disparara una misil balístico sobre Japón.
El misil viajó 4 mil 500 kilómetros, antes de caer en el océano Pacífico, una distancia suficiente como para hacer blanco en la isla estadounidense de Guam si hubiese tomado otra trayectoria.
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