Por Arturo Sanguino
El Himno Nacional Mexicano retumbó tres veces en Soma Bay, Egipto, gracias a la Selección de Natación Artística, que —pese a la falta de apoyo económico por parte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y la Federación Mexicana de Natación (FMN)— encontró la forma de obtener recursos y demostrar que su talento vale oro.
“Se cancelan las becas de todo el equipo [de deportes acuáticos]; los salarios de entrenadores y equipos multidisciplinarios”, dijo Ana Guevara, directora de la Conade, en febrero. Los atletas quedaron a la deriva, cuando este 2023 estaban destinados 60 millones de pesos para el sector.
La situación no fue impedimento para que buscaran reunir los 900 mil pesos que necesitaban para competir en la Copa del Mundo de Egipto (viajes, comidas y hospedajes), sin la ayuda de los organismos que en estricto sentido tienen esa obligación. La solución fueron 10 entes privados.
El 9 de abril, la empresa Safetti lanzó a la venta trajes de baño edición especial para apoyar a la Selección Mexicana. Sus costos eran de mil pesos (caballero) y mil 250 (dama); un porcentaje era destinado a las atletas y las más de 800 prendas que estuvieron en preventa se acabaron en cuestión de días.
Al hacerse pública la adversidad de las mexicanas, los empresarios Carlos Slim y Arturo Elías Ayub las recibieron para sostener una reunión, que terminó con hacer oficial el patrocinio de los gastos del viaje por parte de Fundación Telmex Telcel y así, 14 personas viajaron a África para poner en alto la bandera tricolor.
Ayer, la Selección Mexicana de Natación Artística vivió una jornada histórica con la medalla de oro en dueto libre (ganada por Nuria Diosdado y Joana Jiménez), así como en la modalidad acrobática, además de la presea de bronce en dueto libre mixto (Itzamary González y Diego Villalobos), metales que se suman al oro que consiguieron el sábado, en la modalidad de equipo técnico.