Un autobús con más de 40 migrantes enviado por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, llegó la tarde de este miércoles al centro de Los Ángeles, lo que supone el primer envío de extranjeros a la ciudad californiana, que busca oficialmente declararse como santuario de inmigrantes, indicó una nota periodística de Univisión. Este es el primer autobús que el gobernador texano envía a California como parte de su polémica política implementada desde abril de 2022 para trasladar a migrantes desde la frontera a ciudades y estados demócratas como método de protesta contra la política migratoria de Joe Biden, un gesto muy criticado por organizaciones de derechos humanos.
A comienzos de junio, la gobernación de Florida envió dos vuelos con un total de 36 inmigrantes a la capital de California, Sacramento, como parte del programa de envío de migrantes establecido por el gobernador republicano Ron DeSantis. El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, ha pedido a la Fiscalía estatal que investigue el traslado de los migrantes costeado por Florida y establezca si estos vuelos violan las leyes sobre secuestro.
Jorge Mario Cabrera, vocero de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla) señaló que en el autobús iban 42 inmigrantes, entre los que se cuentan ocho niños y dos adultos mayores. Dentro del grupo que llegó había venezolanos, hondureños, guatemaltecos y un asiático, y según Cabrera una persona tenía una cita de inmigración en Nueva York. “Estuvieron 23 horas en el autobús y no habían tenido oportunidad de comer ni de tomar agua”, explicó.
El bus llegó a estación central de transporte en el centro de Los Ángeles alrededor de las 4:00 pm, hora local, y los inmigrantes estaban siendo atendidos por agencias de la ciudad y organizaciones caritativas, dijo la oficina del concejal de la ciudad de Los Ángeles, Kevin de León. Los inmigrantes en Los Ángeles estaban recibiendo ayuda en la iglesia católica croata de St. Anthony, cerca del centro. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles dijo poco después de las 5:00 pm, hora local, que recibió una solicitud de “necesidad médica” para varias personas en la iglesia. La condición médica de esas personas no se conoció de inmediato.
“Están siendo alimentados; están tomando refugio; están hablando con abogados”, dijo Cabrera. “Estos son migrantes a los que Estados Unidos les ha permitido ingresar porque tienen casos de miedo creíble. Todavía no han recibido asilo”, detalló. En un comunicado, Abbott dijo que “los pequeños pueblos fronterizos de Texas siguen abrumados e invadidos por miles de personas que cruzan ilegalmente desde México debido a la negativa del presidente Biden de asegurar la frontera”.
El republicano también se refirió a la decisión del Ayuntamiento de Los Ángeles de convertirse oficialmente en una ciudad santuario para indocumentados. “Es una ciudad importante a la que los migrantes buscan ir, particularmente ahora que los líderes de la ciudad aprobaron su estatus autodeclarado de ciudad santuario”.
La alcaldesa, Karen Bass, dijo que había dado instrucciones a los departamentos de la ciudad para que se prepararan para aceptar inmigrantes de otros estados, luego de que los gobernadores republicanos comenzaran a enviar solicitantes de asilo a estados demócratas en los últimos meses. “Esto no nos tomó desprevenidos, ni nos intimidará”, dijo Bass en un comunicado. “Los Ángeles no es una ciudad motivada por el odio o el miedo y absolutamente no seremos influenciados o conmovidos por políticos mezquinos que juegan con vidas humanas”.