Por Mario P. Székely
Hollywood.— Harrison Ford tiene fama de ser reservado, más aún si se trata de un evento frente a cientos de personas, incluidos medios de comunicación como El Universal, de México.
Los días calurosos californianos cobijaron al arqueólogo más aventurero de la ciencia ficción, que durante toda la semana celebró el estreno de su quinto y último filme, “Indiana Jones y el dial del destino”, lo que incluyó la premier de la cinta en el emblemático Teatro Dolby y una plática en la que debió hablar de su emblemático personaje.
“¿Qué significa “Indiana Jones” para mí? Pues lo que signifique para el público”, expresó el actor de 80 años a la prensa selecta invitada para compartir con él; una respuesta que no dejó satisfecho a nadie, aunque después detalló:
“Después de 40 años he aprendido a conocer más a mi personaje, pero también aún más a mi profesión, y siempre he sentido que mi labor es ser simplemente el asistente del que cuenta la historia. Estoy obligado simplemente a dar todo de mí para que esto suceda”.
Este asistente, en realidad, es uno de los actores más emblemáticos del cine, no sólo por este personaje sino por otros tan icónicos como “Han Solo”, de Star Wars y “Rick Deckard”, de Blade Runner y el oficial “Jack Ryan”, de las películas basadas en las novelas de Tom Clancy.
Tal como lo ha hecho con sus otros personajes, Ford consideró que llegó la hora de dar un final digno a Jones, algo que se verá en esta entrega, que se estrenará el 29 de junio.
Ford no dejó dudas: el paso del tiempo es el culpable de esa transición de su personaje.
En el filme, la audiencia se topará con un Indy (sobrenombre de cariño) viviendo en Manhattan en 1969 en pleno día de su retiro como profesor universitario, ocasionando una crisis al decir adiós al último contacto con la arqueología.
Sin duda, hay una similitud por la edad octogenaria de Ford, a quien este mayo el mismo Festival de Cine de Cannes le otorgó la Palma de Oro por su legado cinematográfico. En esa ocasión, el actor respondió, nuevamente de forma escueta pero cómica a la pregunta, ‘¿por qué dejar a Indiana Jones?’: “Pero, ¿no me ves ahora? ¿No es evidente?”, señalando hacia sí mismo.
Ahora, reiteró la misma idea: “Filmar esta película se sintió distinto a las otras cuatro; pero, aunque el embate del tiempo es el enemigo número uno de Indy, sé que la película está construida para darle un hermoso adiós”, aseguró.
John Williams, la sorpresa
Con fedora en su cabeza, chamarra de piel y látigo en mano, este personaje se robó el tesoro de la fama mundial en 1981.
La despedida oficial, 42 años después, se dio ante cientos de personas caracterizadas, que abarrotaron el Hollywood Boulevard, en una convocatoria de estudios Disney y Lucasfilm.
La locura llegó con la aparición de la tercia mágica: Steven Spielberg y George Lucas, y el propio Ford, quienes acudieron acompañados del reparto de la cinta. Dentro del teatro, Spielberg, de 76 años y quien por Los cazadores del arca perdida recibió cinco premios Oscar y las nominaciones de Mejor película y Director, tomó el micrófono.
“Quiero agradecer a George Lucas por crear a Indiana Jones, a Harrison Ford por ser Indiana Jones y a la persona que es el pegamento de todas estas películas al acompañarlo con sus melodías, el gran maestro, John Williams”.
La sorpresa se dio al abrirse el telón y develar al propio Williams y su orquesta, interactuando al interpretar el tema del filme que enmarcó la imagen de Jones en el horizonte, dando la bienvenida al “hasta siempre” a este aventurero.