Por Mauricio Meschoulam

Se salió de control. Durante meses, Putin hizo cuanto pudo por apaciguar el enfrentamiento entre el líder del grupo privado de contratistas militares Prigozhin y el Ministerio de Defensa, pero todo se le escapó de las manos y tuvo que romper con ese personaje. Este texto, relacionado con eventos que siguen en desarrollo, busca aportar contexto a la situación. Dos cosas son evidentes: primero, se trata de la amenaza más importante al poder de Putin probablemente desde que asumiera el cargo. Segundo, independientemente del desenlace, estos eventos tendrán repercusiones para Rusia tanto a nivel interno, como al respecto de su intervención en Ucrania y su proyección de fuerza global. Unas notas al respecto:

  1. Durante horas, presenciamos un ya abierto enfrentamiento entre el Grupo Wagner liderado por Prigozhin y las instituciones rusas que calificaron las acciones de dicho líder como una “rebelión armada”.
  2. Los choques armados se llegaron a desatar en distintos puntos geográficos. Wagner tomó control de Rostov-on-Don y parte de importante complejo militar en la ciudad y emprendió marcha sobre Moscú (que acabó en amenaza). Moscú fue ampliamente resguardada por el ejército y Putin decretó ley marcial.
  3. Rostov-on-Don es importante por dos factores: posición geográfica cercana a Ucrania y por el complejo militar que alberga.
  4. El Grupo Wagner. Se trata de empresa militar privada que por años fue vinculada al Kremlin, al Ministerio de Defensa ruso (a la Dirección Principal de Inteligencia militar, GRU) y al Servicio de Seguridad Federal (FSB), sucesora de la KGB.
  5. Esta organización ha sido instrumental para estrategias del Kremlin desde hace años. Si creció es porque estaba en interés de Putin hacerlo. Hasta hace no mucho, Wagner y el Kremlin actuaban de manera básicamente alineada. Wagner llega a Malí asistido por fuerzas armadas rusas y se posiciona. Wagner asiste a Moscú en su intervención en Siria y se queda ahí desplegado para apoyar operaciones, y así sucesivamente en Libia, o en Sudán, en Venezuela y muchos sitios más.
  6. Dos factores centrales: (a) cercanía personal Prigozhin-Putin, y (b) lo estratégico que Wagner resultaba para Moscú. En cuanto a lo primero, considerar que la relación de Prigozhin con Putin data de años, y rebasa con mucho a lo militar. Lo llamaban el chef de Putin por servicios de alimentos que ofrecía para eventos del presidente. Prigozhin ganaba contratos del gobierno en muchos otros rubros.

En cuanto a lo segundo, la clave está en entender que lo que estamos viendo en Ucrania desde febrero de 2022 (una invasión abierta, frontal y masiva) es completamente atípico en términos de tácticas que usaba Putin anteriormente. Por ejemplo, Rusia toma Crimea en 2014 en pocos días, pero lo hace empleando pocos soldados sin bandera, sin insignia, con vehículos militares sin señalización alguna. Cuando le preguntan a Putin, responde: “No sé ni tengo nada que ver con lo que me está indicando”. Esto se conoce como la “negabilidad plausible”. Luego, Crimea organiza referéndum y se anexa a la Federación Rusa. Moscú toma esa península, en otras palabras, con absoluto silencio y sigilo, y niega que lo haya hecho.

Wagner era crucial para ese tipo de tácticas híbridas. Su participación en África o Medio Oriente, considerando cercanía de Prigozhin con Putin, permitían ver mano del Kremlin en todos esos países. Sus intereses estaban alineados y sin embargo, Moscú podía negar involucramiento en esos temas, y servía a sus intereses. Por eso Wagner creció tanto. Porque así lo quiso Putin.

  1. En cuanto a Ucrania, Wagner participa apoyando rebelión separatista de grupos prorrusos desde 2014, sin que Moscú reconociera que Rusia alimentaba insurrección.
  2. Más recientemente, Putin pide ayuda a Prigozhin para intervención en Ucrania de 2022. Moscú necesitaba victorias y requería de cuerpo experimentado, entrenado y capacitado.
  3. Prigozhin negocia reclutamiento de presos pues se necesitaba densidad humana en el frente. Consigue el aval de Putin y eso, junto con otras campañas de reclutamiento, eleva números de Wagner hasta unos 50 mil.
  4. La rivalidad entre Wagner, el ejército e instituciones rusas comienza hace meses. El líder del grupo se siente poderoso, indispensable y alimenta aspiraciones políticas lo que le enfrenta con actores e intereses. Prigozhin se siente libre de chocar con toda clase de personajes (nunca con Putin), persiguiendo sus aspiraciones políticas. Se queja todas las semanas de temas como falta de suministros y municiones, de pésimas tácticas de combate del ejército, mala planeación, o bien, de que las instituciones rusas abandonaron a Wagner y les dejaron morir solos.
  5. Así, el choque con Putin se fue elevando, pero el presidente ruso siempre optaba por conciliar, algo que no le fue sencillo navegar. Putin ha tenido que buscar un equilibrio entre lo crucial e indispensable que Wagner le resulta, y su necesidad de impedir que Prigozhin siguiera creciendo y se le saliera de las manos.
  6. Lo que se observó en estos días fue la decisión de instituciones rusas (avaladas por Putin) de ir con todo sobre líder de Wagner. Se presentaron acusaciones formales en su contra por parte de la FSB y los medios se mantuvieron repitiendo continuamente que Putin estaba al tanto de todo. Prigozhin era acusado de planear un golpe de Estado. No sabemos hasta qué punto esos planes existían o se trataba de una pieza más del enfrentamiento entre esos actores. Lo que sí sabemos es que la disputa escaló a niveles que no se preveían. De su lado, el líder de Wagner acusó al ejército ruso de atacar a esa agrupación por la retaguardia, y declaró que era ya una confrontación abierta.
  7. Wagner tiene amplia experiencia de combate y capacidades tácticas que han mostrado ser superiores a las del ejército ruso. Su planeación, estrategia, conocimiento de Rusia y de debilidades del ejército son muy importantes.
  8. Sin embargo, lo que vimos es que Putin consiguió afianzar control del ejército, de la Guardia Nacional, de agencias de inteligencia, actores políticos y más. El tema de potenciales disidencias importaba y mucho. Si la mayor parte de actores permanecía alineada a Putin, las posibilidades de Wagner se reducían considerablemente. Incluso el líder checheno Kadyrov, quien también ha sido clave en la guerra en Ucrania, ha calificado las acciones de Prigozhin como traición y se dirigía a la zona de enfrentamiento.
  9. Por tanto, de haber chocado fuerzas de Wagner con ejército en Moscú, podríamos pensar que esa organización tenía probabilidades de victorias tácticas, pero si alianzas se mantenían como se exhibieron, era difícil que Prigozhin pudiera sostener esas victorias él solo con su agrupación, frente a toda esa suma de actores.
  10. Esta situación capturó por largas horas mayor parte de atención rusa hacia su crisis interna, lo que Ucrania intenta aprovechar. Ya estaban ingresando a contraofensiva ucraniana más unidades entrenadas por Occidente y esto seguramente se acelerará. Hay que observar en próximas horas y días lo que Kiev hace para seguir sacando ventaja, Rusia tendrá que desviar recursos humanos, militares, y enorme atención.
  11. Ayer, Moscú envió decenas de misiles contra ciudades ucranianas (mandando el mensaje de que todo continuaba con normalidad). Pero Ucrania reporta estar tomando posiciones del este ucraniano que estaban en manos de los separatistas prorrusos desde 2014.
  12. Es por ello por lo que, a pesar de todo, Putin estaba intentando explorar formas de desescalar la situación y retornar velozmente al estado en el que su guerra se encontraba. Por ejemplo, un legislador ruso citado por la agencia de noticias Tass, declaró que se ofrecía amnistía a todos los combatientes de Wagner (a pesar de los cargos existentes) “dados sus logros en combate”, si es que dejaban las armas. La salida negociada cobraba más fuerza también en la medida en que Prigozhin no encontraba suficientes alianzas para sostener su rebelión.
  13. La declaración de Ley Marcial en toda Rusia por parte de Putin fue reconocimiento de la gravedad de la situación, en contraste con declaraciones esa misma mañana que indicaban que “todo está normal”. Como contexto, Putin ha intentado a lo largo de estos 16 meses blindar a Rusia (territorio y población) de la guerra o siquiera del sentido de que existe una guerra. Desde el nombre “operación especial” hasta la forma de dar las noticias hacía que la población rusa viva una normalidad desconectada de lo que pasa allá en esa operación “lejana”. La crisis actual en cambio, atrajo la guerra a casa, y la ley marcial tendrá enormes repercusiones en cuanto a cómo esa población percibe esta guerra.
  14. Al final, Lukashenko, presidente de Bielorrusia, anunció que estaba en pláticas con Prigozhin, quien, a cambio de garantías, accedió a detener su avance sobre Moscú.
  15. En principio, una lectura diría que Prigozhin avanzaba sobre Moscú sobre todo como una táctica de negociación y que mientras lo hacía, buscaba confirmar alianzas a su causa, pero conforme éstas no se confirmaban, eligió opción de sentarse a conversar. Debido a las múltiples repercusiones que esta situación estaba teniendo para sus objetivos, Putin también estaba buscando negociar.
  16. Aún así, las amenazas de Prigozhin eran creíbles, tanto así que Rusia declaró Ley Marcial. Putin nunca hubiese declarado dicha ley, atrayendo a Moscú el terror emocional de la guerra, de no haber creído que la confrontación con las columnas de Wagner era factible. Si firmó esa ley es porque no vio alternativa. Eso dio a Prigozhin armas para negociar desde posición de fuerza, especialmente porque contraofensiva ucraniana sigue su curso a todo lo que da.
  17. Las medidas de desescalamiento se han venido en cascada y Prigozhin y su agrupación están consiguiendo la amnistía y el reconocimiento de su heroísmo en combate. Pero Putin aprovechará insurrección para endurecer sus medidas de control y afianzar su poder sobre Rusia.

Las repercusiones no pararán ahí. En próximas horas iremos viendo más detalles, y lo seguiremos analizando.

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