La tasa de desempleo en EEUU el mes de junio cayó ligeramente al 3.6%, un dato que vuelve a mostrar la solidez del mercado de trabajo pese a las subidas de tasas de interés con que la Reserva Federal (Fed) combate la inflación y que viene a alejar el fantasma de la inminente recesión que algunos economistas han augurado para la segunda mitad del año, informó Univisión.com.

Según reportó este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo (BLS), en junio se crearon 209,000 nuevos puestos de trabajo, bastantes menos que los de los meses anteriores pero en línea con las expectativas: la previsión de los economistas en la encuesta de FactSet citada por AP era que se crearían 205,000.

Así pues, los datos del empleo de junio vuelven a evidenciar una solidez de la economía, y en particular del mercado de trabajo, que sugiere que, al contrario de lo que muchos economistas han augurado, está cada vez más lejos la perspectiva de una recesión, por un lado.

Y por el otro, que los esfuerzos de la Reserva Federal (Fed) para combatir la inflación a través de las agresivas subidas de las tasas de interés sigue teniendo su principal obstáculo en el mercado de trabajo. Aunque en mayo, el índice de precios al consumidor (IPC) cayó por debajo del 5% por primera vez en dos años, la inflación sigue siendo históricamente alta: el ideal está en torno al 2%.

Para combatirla, la Fed ha elevado su tasa de interés de referencia en 5 puntos porcentuales tras diez subidas consecutivas, la escalada más rápida en cuatro décadas y con la que ciertamente se han encarecido hipotecas, préstamos de consumo y, en general, el acceso al crédito.

Sin embargo, no termina de plasmarse en una desaceleración en la economía en los niveles que era de esperar, mucho menos en una recesión. Los consumidores siguen aumentando el gasto, aunque sea modestamente, y las empresas siguen creando empleo. Estos dos factores son como un pez que se muerde la cola, las empresas siguen contratando para poder cubrir la alta demanda de productos y servicios mientras el bajísimo desempleo alimenta la confianza de los consumidores que siguen gastando.

La prueba es que las ofertas de trabajo siguen en niveles muy altos: el jueves, el Departamento de Trabajo publicó que había 9.8 millones de vacantes. Aunque sean menos que las 10.3 millones de abril, la realidad es que también los despidos cayeron y son más los renunciaron: es decir, las empresas quieren retener a los trabajadores y estos creen que pueden conseguir un salario mejor en otro lado.

Esta dinámica es para la Fed clave en la persistente inflación. Es por eso que el dato de junio augura que Jerome Powell puede optar por retomar las subidas de tasas tras la pausa de la última reunión del órgano que preside. La presidenta del Banco de la Reserva Federal de Dallas, Lorie Logan, sugirió el jueves que la persistencia de la alta inflación y un “mercado de trabajo más sólido de lo esperado” signifique que el costo del crédito tiene que seguir subiendo. “Sigo muy preocupada acerca de si la inflación regresará al objetivo de una forma sostenible y en tiempo”, dijo.

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