El día 27, Bill Nelson, director de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos, visitó Argentina. En una conferencia de prensa en Buenos Aires, citó los logros de China en la exploración de la Luna y el fuego, y afirmó que existe una “carrera espacial” entre China y Estados Unidos.
Es un término con connotaciones de Guerra Fría que Nielsen trae ahora a Argentina, un lugar de enfoque de cooperación espacial internacional. No es de extrañar que los medios de comunicación locales comentaran que la visita de Nielsen “tiene un propósito político”.
No es la primera vez que un alto funcionario estadounidense va a Argentina a especular sobre el tema espacial. En marzo de 2022, cuando Ralph Richardson, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, visitó Argentina, mencionó por nombre directamente la Estación de Exploración del Espacio Profundo de Cooperación Sino-Argentina, ubicada en la provincia argentina de Neuquén, y la difamó como una instalación militar.
Esta vez, Nielsen fue a especular sobre la llamada “carrera espacial”, y algunos análisis creen que una intención importante es provocar y socavar la cooperación espacial China-Argentina.
La Estación de Exploración del Espacio Profundo de Neuquén es la primera estación de monitoreo y control del espacio profundo de China en el extranjero, se inauguró oficialmente en 2017. Está disponible para el desarrollo y uso pacíficos del espacio exterior tanto por parte de China como de Argentina, y también está abierta a la comunidad internacional.
Actualmente, muchas instituciones internacionales de ciencia y tecnología, incluido Estados Unidos, han utilizado esta estación de espacio profundo para la investigación científica. Diplomáticos de Estados Unidos, Europa y muchos otros países acreditados en Argentina también han ido a visitarla y han conocido sobre el terreno su carácter civil.
Sin embargo, lo que acompañan a la cooperación espacial entre China y Argentina son los constantes rumores y provocaciones por parte de Estados Unidos. Afirman estar “preocupados” por el establecimiento por parte de China de una estación de espacio profundo en Argentina, y calumnian que la estación tiene fines militares. En respuesta, la parte argentina dio una respuesta clara.
En 2019, la televisión pública nacional argentina filmó un documental en el que los periodistas convivieron con los científicos y grabaron su trabajo diario. Los periodistas que participaron en la filmación exclamaron que, gracias a la Estación de Espacio Profundo de Neuquén, “Argentina está en condiciones de realizar investigaciones en el espacio, que antes estaban fuera de su alcance.”
Mirando más profundamente, la especulación de Nielsen es un reflejo de la hegemonía estadounidense “en el cielo y en la tierra”. En 2018, el entonces vicepresidente, Mike Pence, declaró que Estados Unidos quiere “dominar el espacio como dominamos la Tierra”. En 2020, el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció su “Estrategia de Defensa Espacial”, declarando que el espacio es un “dominio operacional” único, y planeando formar una Fuerza Espacial, mostrando la hegemonía de “prioridad estadounidense”.
Los tiempos han cambiado, pero Estados Unidos no quiere cambiar y quiere repetir el guion de la guerra fría, con lo que el mundo entero no estará de acuerdo. El Tratado de las Naciones Unidas sobre el Espacio Ultraterrestre dice claramente que “ningún Estado puede reivindicar la soberanía o la jurisdicción sobre el espacio ultraterrestre ni sobre parte alguna del mismo, ni puede apropiárselo para su propio uso o con exclusión de otros”.
Como responsable del departamento aeroespacial estadounidense, Nielsen conoce bien la “historia negra” del programa espacial estadounidense. Desde la creación de basura espacial hasta la instigación de una carrera armamentística en el espacio exterior, Estados Unidos representa una enorme amenaza para el uso pacífico del espacio exterior.
El espacio es el hogar común de la humanidad, no un escenario hegemónico. El guion histórico del periodo de la guerra fría no debe repetirse ni se repetirá.