Los agentes del Sheriff del condado de Dallas están investigando un asesinato-suicidio que cobró las vidas de Nancy González, de 29 años, y Christian López Ibarra, de 33. Nancy González era madre de tres hijos y “tenía una sonrisa que podía iluminar el mundo y una risa tan contagiosa como su calidez. Su afecto genuino por los demás dejó una huella imborrable en todos los que tuvieron la suerte de conocerla”, indica la nota periodística de CBS News Texas.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley dijeron que Ibarra mató a González antes de dispararse a sí mismo. Sucedió en una casa poco antes de las 6:30 am en la cuadra 10,000 de Beckley View Avenue. Ibarra y González estaban casados, pero se estaban divorciando, según la hermana de González, Jasmine Zoyes. Dijo que la pareja no vivía junta y que Ibarra se había mudado a una casa de alquiler en la misma calle donde vivía González con sus tres hijos.
“Mi hermana quería una vida mejor para ella y sus hijos. Tenía una sonrisa que podía iluminar el mundo y una risa que era tan contagiosa como su calidez. Su afecto genuino por los demás dejó una huella indeleble en todos los que tuvieron la suerte de conocerla”, compartió Zoyes, y agregó que Ibarra “luchó contra el abuso de sustancias y era emocionalmente abusivo”.
Ibarra dijo que la mañana del asesinato-suicidio, la policía llamó a los padres de González para que recogieran a los niños en su casa. “Esto fue extraño considerando que Nancy no confiaba en que los niños estuvieran a solas con Christian. No estoy segura de en qué momento o cómo los llevaron allí”, explicó Zoyes.
Los tres hijos de González están actualmente al cuidado de Zoyes y sus abuelos “mientras luchan con la pérdida de su hija”. Zoyes espera que la historia de su hermana concientice a las víctimas de violencia doméstica y concientice sobre la salud mental.
1 de cada 4 mujeres de 18 años o más en los Estados Unidos ha sido víctima de violencia física grave por parte de una pareja íntima en su vida.