Un proyecto de ley reintroducido en marzo podría cambiar el destino de cientos de miles de solicitantes de asilo. La iniciativa busca autorizar al servicio de inmigración a procesar permisos de trabajo (EAD) 30 días después de solicitada la protección del gobierno, pero para que se haga realidad tiene que ser aprobado en el Congreso. Según Univisión.com, entre marzo y septiembre, el plan patrocinado por la congresista Chellie Pingree (demócrata por Maine) permanece estancado por falta de apoyo. Mientras, en ciudades como Nueva York y Chicago, cientos de miles de inmigrantes en busca de asilo piden al gobierno que les permita trabajar.

Por ley, los solicitantes de asilo tienen derecho a tramitar un permiso de trabajo 180 días después de pedir el beneficio por medio del formulario I-589. Pero miles de quienes anhelan el documento, a pesar de llevar meses en el país tras pasar la primera parte de la entrevista de miedo creíble, no han podido estar frente a un juez en un juicio de deportación donde podrán pedir asilo.

Otros que ingresaron indocumentados no saben que tienen un año de plazo para pedir asilo ante la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) también por medio del formulario I-589. La diferencia es que se trata de un asilo afirmativo que, en caso de ser rechazado, es remitido a la Corte de Inmigración (EOIR) donde el peticionario enfrentará un proceso de asilo defensivo.

Pingree reintrodujo el proyecto de Ley HR 1325 el 1 de marzo. Si se aprueba (para lo que requiere 218 votos en la Cámara de Representantes y 60 en el Senado) “esta legislación reducirá las barreras para que los solicitantes de asilo accedan a la autorización de empleo y, al mismo tiempo, reducirá los retrasos en la USCIS”, explica una campaña lanzada esta semana por la Asociación Americana de Amigados de Inmigración (AILA).

La iniciativa, agrega, “impulsará la economía de Estados Unidos al acelerar la capacidad de los empleadores para cubrir vacantes con trabajadores elegibles y ansiosos, y abordar un requisito legal que impide que los solicitantes de asilo accedan rápidamente a la autorización de trabajo”. Esta legislación permitirá a los solicitantes de asilo alcanzar la estabilidad y la autosuficiencia antes de los 180 días contemplados hasta ahora, aliviando la tensión en nuestras comunidades locales.

Abogados entrevistados por Univision Noticias reiteraron que el plazo de 180 días señalado por USCIS para calificar al permiso de trabajo no significa que el solicitante de asilo recibirá el documento. La agencia se puede tardar varios meses en procesar la solicitud I-675. Al 31 de marzo, la base de datos de USCIS reveló que la agencia tenía 417,759 solicitudes de permiso de trabajo para asilados por medio del formulario I-765.

AILA explica, basado en la propuesta de Pingree, que el Congreso debe ponerse de acuerdo para proceder a cambiar el estatuto actual contenido en la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) Sección 1158 (d)(2), “que impide que se otorgue autorización de empleo antes de 180 días después de la fecha de presentación de la solicitud de asilo”.

“Este retraso legal se ve agravado por los tiempos de procesamiento de USCIS, que pueden ser meses más largos que los treinta días requeridos”, advierte la organización, que agrupa a más de 15,000 abogados de inmigración en todo el país. Además, señala, “los solicitantes de asilo deben volver a solicitar esta autorización de trabajo cada dos años, un paso burocrático innecesario que puede causar interrupciones en el empleo.

El proyecto de ley HR 1325 recomienda otorgar el permiso hasta que el proceso de asilo haya concluido y de esa forma, no solo favorecer al peticionario, sino aliviar “las tensiones en el sistema de inmigración” y apoyar la economía estadounidense. La legisladora por Maine ha señalado que “los solicitantes de asilo, muchos de los cuales viven en refugios y hoteles con ayuda de gobiernos locales y organizaciones sin fines de lucro, están legalmente protegidos para estar aquí y merecen el derecho a ser autosuficientes y formar parte de sus nuevas comunidades”.

En marzo, cuando reintrodujo el proyecto, dijo que “los solicitantes de asilo ya no estarán sujetos a un período de espera arbitrario antes de solicitar una autorización de trabajo y serían elegibles para recibir un permiso de trabajo sólo 30 días después de solicitar asilo”.

“Además, esos permisos de trabajo ya no necesitarían renovarse cada dos años, lo que permitiría a los solicitantes de asilo permanecer conectados con sus trabajos y a los empleadores mantener su fuerza laboral”, apuntó.

Pingree dijo además que el propyecto HR 1325 “corrige el proceso de autorización de trabajo contrario a la intuición con una solución de sentido común, brindando a los solicitantes de asilo la oportunidad de vivir una vida segura y plena y, al mismo tiempo, darle a nuestra economía el impulso que tan desesperadamente necesita”.

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