Washington.— El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) dijo ayer que fue su “decisión” rechazar los resultados de las elecciones de 2020 que perdió contra el actual mandatario, Joe Biden, y emprender una ofensiva legal para anular los comicios.
El republicano está imputado en un tribunal federal de Washington por su presunto intento de revertir los resultados y haber instigado el asalto al Capitolio, y en un tribunal estatal de Georgia por haber liderado una trama mafiosa para revertir los comicios en ese estado, casos por los que podría acabar en la cárcel.
“Fue mi decisión”, respondió Trump en una entrevista con Kristen Welker, de la cadena NBC, en la que reiteró la mentira de que ganó las elecciones, pero hubo fraude electoral. El exmandatario dijo que desoyó los consejos de sus abogados que le dijeron que había perdido las elecciones, porque “no confiaba” en ellos a pesar de haberlos contratado. “Los contratas pero no conoces a esas personas y luego resulta que no son tan buenos”, indicó. Entre ellos citó al fiscal general que él mismo nombró, William Barr, quien se desmarcó de las falsas denuncias de fraude.
En cambio, Trump escuchó a otros colaboradores que le dijeron que las elecciones estaban “amañadas”, pero lo que más siguió fue su propio “instinto”, detalló.
Según la investigación del Departamento de Justicia, Trump mintió a sabiendas al decir que ganó las elecciones, intentó alterar la certificación de los resultados con todo tipo de artimañas legales e instigó el violento asalto al Capitolio de miles de sus seguidores para interrumpir la ratificación de la victoria de Biden.
Trump se ha declarado no culpable en las cuatro imputaciones penales en su contra, dos de ellas relacionadas con las elecciones de 2020, y ha denunciado una “caza de brujas” de Biden. Sin embargo, declaraciones como las de este domingo no le ayudan, coinciden expertos, que señalan que podrían ser utilizadas en su contra. El exmandatario aseguró que la posibilidad de pisar la cárcel “no me quita el sueño”.
Trump, quien aparece en las encuestas como favorito para ganar las elecciones de 2024, se negó a responder si siguió por televisión cómo se desarrollaba el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, o si hizo llamadas telefónicas mientras sus partidarios irrumpían en el lugar. “No se lo voy a decir. Se lo diré a la gente más adelante, en el momento apropiado”, respondió Trump. Exasistentes del exmandatario han dicho que se aisló en la habitación que se encuentra junto al Despacho Oval para verlo, y que a veces incluso rebobinaba y volvía a ver algunas partes.
¿Qué haría con los cárteles mexicanos?
Durante la entrevista, Welker habló sobre las versiones de que Trump ordenaría al Departamento de Defensa el uso de fuerzas especiales para infligir el “máximo daño” a los cárteles de la droga, algo que el expresidente rechazó haber dicho.
Cuando la periodista insistió sobre qué haría, Trump dijo: “¿Por qué te lo diría? Uno no quiere dar a conocer su estrategia”.
Tras negar los dichos de su exsecretario de Defensa, Mark Esper, sobre que quería bombardear los laboratorios de los cárteles en México, Trump dijo que lo que es cierto es que los narcotraficantes “matan a 250 mil estadoundienses cada año. Ellos destruyen familias”.
“Han destruido a tantas familias, y esto viene a través de México. Hay que hacer algo. Si tuviéramos una guerra, no perderíamos a 250 mil personas. Estamos perdiendo más vidas que las que se han perdido en cualquier guerra. Hay que hacer algo y hay que hacerlo rápido”, detalló.
El 15 de septiembre, en una entrevista con la periodista Megyn Kelly, Trump habló del mismo tema, pero descartó una guerra con México. “Es una guerra contra los cárteles. Los cárteles están gobernando México y México está petrificado por ellos”.
“Pero si enviamos tropas a través de la frontera sur, si al presidente mexicano no le gusta, estaremos en una guerra”, remarcó Kelly, a lo que Trump respondió: “No me preocupa demasiado esa guerra”.