La lesión cerebral traumática suele ser difícil de detectar porque los síntomas pueden ser menores o incluso inexistentes. Cuando no se detectan, este tipo de lesiones, comúnmente llamadas conmociones cerebrales, plantean riesgos para la salud física, cognitiva y emocional. Según informa Radio Public Texas, investigadores del Southwest Research Institute y la Universidad de Texas en San Antonio están desarrollando técnicas para detectar lesiones cerebrales traumáticas mediante el análisis de la respiración en busca de biomarcadores específicos. El proyecto, dirigido por el Dr. Mark Libardoni de SwRI y el Dr. Marzieh Memar y el Dr. Morteza Seidi de UTSA, cuenta con el apoyo de una subvención del programa Connecting Through Research Partnerships (Connect).

“La respiración es muy compleja”, dice Libardoni. “Puede contener más de 1.500 compuestos orgánicos. Vemos un espectro orgánico muy rico y muy complejo de compuestos biológicos y ambientales que el cuerpo exhala”. El análisis del aliento es una herramienta de diagnóstico bastante nueva. Al analizar la huella química única del aliento de un paciente, los profesionales de la salud no sólo pueden identificar enfermedades en una etapa más temprana y más tratable, sino también adaptar los planes de tratamiento con mayor precisión. El aliento contiene muchos más compuestos que otros biofluidos como la sangre y la saliva, y su recolección no es invasiva.

Los investigadores ya han utilizado el análisis del aliento para detectar una amplia variedad de dolencias, desde enfermedades respiratorias como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica hasta trastornos metabólicos como la diabetes y ciertos tipos de cáncer. Actualmente, la lesión cerebral traumática leve se diagnostica basándose en los síntomas autoinformados y las pruebas cognitivas. Pero, como señala Memar, “no todo el mundo conoce los detalles de los síntomas, y puede haber una motivación para ocultar información a los proveedores médicos, especialmente entre los atletas jóvenes que quieren permanecer en el campo”. Añade que volver a lesionarse es una amenaza real en los casos de TBI.

“Cuando no diagnostican una lesión cerebral traumática a tiempo, el cerebro es más susceptible a sufrir la siguiente lesión”, explicó Memar. “Esto empeora la patología, el deterioro de la memoria, el deterioro cognitivo o incluso puede provocar enfermedades neurodegenerativas”. El equipo de investigación ahora está intentando aislar los compuestos químicos que corresponden a las distintas etapas de la TBI.

“Una vez que hemos identificado positivamente los biomarcadores que son específicos de TBI, o diferentes niveles de TBI, entonces se convierte en un análisis muy rápido y de rutina similar a una prueba de aliento para detectar alcohol”. Libardoni dice que los análisis del aliento son costosos de realizar y, por el momento, se limitan a un entorno de laboratorio. Pero dentro de poco, espera ver la tecnología en uso en lugares como la NFL. Memar dice que cree que el análisis del aliento podría eventualmente usarse en la medicina deportiva, en el ejército y en otros entornos donde es probable que se produzcan lesiones en la cabeza.

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