Por José Quezada
El 14 de octubre será el eclipse anular de Sol, el fenómeno astronómico del año que podrá verse en todo el país, en el que la Luna alcanzará su punto más lejano entre la Tierra y el Sol y formará un anillo de luz.
Hay grandes preparativos para que la experiencia de observación sea segura el próximo sábado y el grupo Eclipses México ha trabajado arduamente para lograrlo. Sin embargo, aún existe desinformación y se mencionan prácticas que la gente cree que son seguras. Mirar el eclipse directamente, así sea poco tiempo a través de las nubes, o de cualquier manera que no se trate de uno de los métodos indirectos que difunden los investigadores, deja afectaciones oculares irreversibles como la retinopatía solar; los rayos UV pueden quemar la retina, a pesar de la distancia con el Sol. Al principio, quien lo observó no notará nada, es a mediano y largo plazo — bastan unas semanas— cuando se empiezan a manifestar los cambios.
El mejor método es ver el cielo, cinco o seis segundos, con uno de los filtros oficiales de las dos marcas con certificación ISO 12312-2: Celestron y Kosmos Scientific, y después voltear a otro sitio y descansar la mirada. También existen visores certificados para telescopios, binoculares, cámaras y teléfonos celulares.
Hay que considerar la presencia del mercado pirata: alguien puede comprar por internet un visor hechizo —creyendo que es auténtico—, al que los falsificadores adhieren los sellos de certificación. Si no se adquieren de primera mano con los productores, hay posibilidades de que los filtros no sirvan.
Hay que tener presente que, aunque el filtro sea original, si se obtuvo hace más de un año o tiene alguna fisura, su uso es peligroso.
¿Qué no se debe hacer para ver el eclipse?
Brenda Arias, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante de Eclipses México, explica que una práctica habitual es ver el eclipse con lentes de Sol, para playa o carretera, e incluso hay quienes dicen que hay que colocarse dos pares de lentes negros encima. Algo que es falso e inseguro.
Arias continúa: muchas personas creen, además, que es posible ver el eclipse desde el reflejo del agua en una cubeta, pero esto es suficiente para dañar la vista.
Tampoco se deben usar obsidianas —método común en el pasado— ni radiografías, filtros caseros, negativos fotográficos, vidrios oscuros o ahumados, espejos, telescopios y binoculares (sin protección), ya que son una extensión de los ojos; lo mismo aplica para la cámara del celular. Hay que utilizar estos instrumentos y aparatos con los filtros oficiales.
Si por accidente se ve un segundo el eclipse, no hay mucho de qué preocuparse, puesto que la reacción natural es cerrar los ojos de inmediato; el esfuerzo de mirarlo de forma sostenida es la causa de los riesgos para la visión.