Jerusalén.— A un mes del estallido de la guerra entre Israel y las milicias islamistas lideradas por Hamas, el número de muertos supera los 11 mil entre israelíes y palestinos y se registran más de 25 mil 400 heridos en la asediada Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre.
Los muertos confirmados hasta el momento en Gaza son 10 mil 22, más de 70% de los cuales son mujeres, niños y ancianos, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por el brazo político de Hamas. El ministerio denunció que desde el domingo han muerto 252 palestinos en los bombardeos israelíes sobre el enclave en 18 ataques que afectaron a varios hospitales. Del total de fallecidos, unos 4 mil eran niños. En Israel, el ataque del 7 de octubre por parte de Hamas dejó mil 400 muertos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza cualquier tregua temporal si no se libera a los rehenes. Adelantó que una vez concluida la guerra, Israel asumirá, por tiempo indefinido, la “responsabilidad general de la seguridad” de Gaza. “Hemos visto lo que ha pasado cuando no la tenemos”, dijo en entrevista con ABC News.
El Ejército israelí anunció ayer que mató a un supuesto comandante de Hamas, que identificó como Wael Asefa, del batallón Deir al Balah, y que volvió a hallar armamento del grupo islamista en instalaciones civiles. Indicó que Asefa “fue responsable de enviar a los terroristas Nukhba de Hamas al territorio israelí durante la masacre del 7 de octubre. Después planeó ataques terroristas adicionales”.
El brazo armado de Hamas, las brigadas al-Qassam, anunciaron la destrucción de seis tanques israelíes en los combates en el norte de la Ciudad de Gaza.
Por otra parte, en medio de los combates, el Ejército israelí abrió por tercer día consecutivo un corredor seguro entre las 10:00 y las 14:00 horas locales. “Tras los repetidos llamamientos del ejército a los residentes de la Ciudad de Gaza para que evacuaran la zona (…), las Fuerzas de Defensa de Israel han reabierto un corredor de evacuación para permitir que los civiles del norte de la Franja de Gaza se desplacen hacia el sur para su propia seguridad”, aseguró un comunicado militar. Si los civiles gazatíes fueran hacia el sur, los soldados estarían “menos limitados” para actuar, afirmó el ejército. “Entonces podremos desmantelar a Hamas, bastión tras bastión, batallón tras batallón, hasta que logremos el objetivo final, que es liberar a la Franja de Gaza de Hamas”, dijo un portavoz.
Asimismo, reabrió ayer el cruce fronterizo de Rafah entre Egipto y Gaza para permitir la salida de medio millar de extranjeros, incluyendo 55 egipcios. Según testigos y medios, más de mil personas han cruzado el paso desde su apertura la semana pasada gracias a la mediación de Qatar y Estados Unidos.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a su vez, dijo que la “pesadilla en Gaza” es más que una crisis humanitaria, una de humanidad: “Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Han pasado 30 días. Ya basta. Esto debe detenerse ahora”, escribieron líderes de las principales agencias de la ONU en un comunicado. Washington se opone a un alto al fuego que, en su opinión, beneficiaría a Hamas, pero propone establecer “pausas humanitarias”. El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que su país trabaja activamente para hacer llegar más ayuda a Gaza, tras reunirse en Ankara con su homólogo turco, Hakan Fidan.
Además de los bombardeos, Israel mantiene a la franja bajo asedio completo desde el 9 de octubre. El territorio de 362 kilómetros cuadrados, donde viven 2.4 millones de habitantes, se ha visto privado de agua, electricidad y alimentos.
El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, reaccionó al discurso de Guterres, en el que dijo que todas las partes en la guerra de Gaza están cometiendo “claras violaciones de la ley humanitaria internacional”, asegurando que “debería darle vergüenza” e insistió en que “Hamas es el problema en Gaza, no las acciones de Israel para eliminar a esta organización terrorista”. En su discurso, Guterres aseguró que “el camino a seguir está claro: un alto el fuego humanitario ahora”.