Por Mariana Lebrija Clavel

La NASA acaba de publicar un par de fotografías en la que hace la comparación de los aspectos de Acapulco, antes y después de que el huracán “Otis” azotara al puerto, en la que la naturaleza de su vegetación cambió radicalmente, pues lo que antes lucía como una próspera vegetación ahora aparenta un punto marrón, de acuerdo a las imágenes capturadas desde un sensor satelital. La tarea de la agencia espacial no se limitó sólo a eso, sino que también ha mencionado cuáles son las consecuencias que un huracán como este puede detener en la atmósfera y en la lucha contra el calentamiento global.

Ayer, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) publicó dos imágenes satelitales en las que se puede apreciar el territorio que comprende Acapulco; en la primera de ellas, se puede apreciar el puerto a 705 kilómetros de distancia, donde está situado Landsat 8, el satélite con observación a la Tierra que capturó la imagen el 21 de octubre pasado, a sólo cuatro días de que el paso de “Otis” arrasara con el territorio. La segunda imagen fue capturada tres días después del desastre, el 28 de octubre del 2023, en esta ocasión fue Landsat 9 quien se encargó de obtener la imagen.

Tras el paso de “Otis” que, en poco más de 12 horas dejó su estado de tormenta tropical para evolucionar en un huracán categoría cinco, Acapulco quedó completamente devastado, pues según explica NASA en su página oficial, cuando un fenómeno de estas dimensiones acontece “los fuertes vientos desprenden las hojas de los árboles y rompen las ramas, y las grandes cantidades de lluvia combinadas con el viento facilitan a la tormenta arrancar de raíz los árboles en los suelos mojados”, lo que precisamente ocurrió hace dos semanas en el puerto.

De acuerdo con las imágenes y videos que hasta ahora se han difundido, así como por los testimonios de las y los damnificados, Acapulco se quedó sin cableado eléctrico, que posibilitaba la comunicación y la presencia de energía eléctrica, así como el desprendimiento de árboles de raíz, las inundaciones y el deslizamiento de la tierra generó la pérdida total o casi total de propiedades y la generación de toneladas de basura, equiparable a la cantidad de basura que el puerto produciría a lo largo de dos años.

Sin duda, el impacto que “Otis” produjo en el patrimonio y vida de las personas que habitan Acapulco es irreparable, del mismo modo que su efecto producirá a la larga en la atmósfera, pues uno de los impactos más graves que un huracán puede generar al planeta es el de dificultar la capacidad de los bosques de contribuir con la eliminación del dióxido de carbono, impedimento que aumenta considerablemente dependiendo de su intensidad y frecuencia.

De hecho, los árboles más altos ubicados en pendientes en Acapulco sufrieron unas de las más grandes afectaciones, como la NASA indica en las imágenes compartidas, ya que por su gran tamaño y la velocidad tan rápida con que se movió el viento durante el paso de “Otis”, se produjo que su estabilidad fuera vulnerada, motivo por lo que su composición no volverá a ser la misma.

melc

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