Tokio/Tel Aviv.— Estados Unidos afirmó que Israel no debería ocupar de nuevo la Franja de Gaza, “después del conflicto”, mientras miles de personas huyeron a pie desde el norte del enclave debido a la escasez de alimentos, agua y al aumento de los combates en las zonas urbanas.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llamó a Israel a no ocupar el enclave palestino, del que los israelíes se retiraron unilateralmente en 2005.
Blinken dijo que no debería producirse “ninguna reocupación de Gaza después del conflicto”. Añadió que “debemos trabajar en los elementos (…) para llegar a una paz sostenida. Estos deben incluir las voces y aspiraciones del pueblo palestino en el centro de la gobernanza poscrisis en Gaza. Debe incluir una gobernanza liderada por los palestinos y Gaza unificada con Cisjordania bajo la Autoridad Palestina”.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) manifestaron su apoyo a las “pausas y corredores humanitarios” en el conflicto entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza, pero sin pedir un alto el fuego.
“Apoyamos que haya pausas y corredores humanitarios para facilitar ayuda urgente, el movimiento de civiles y la liberación de los rehenes” capturados por el movimiento islamista palestino Hamas, dijeron los ministros en un comunicado conjunto. Además, destacaron el “derecho de Israel a defenderse y a su pueblo, cumpliendo con la legislación internacional, para evitar que se repitan” ataques como el cometido por Hamas el 7 de octubre en suelo israelí.
Mientras, más de 70% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza ya han abandonado sus hogares, pero el número de personas que se dirigen hacia el sur se ha acelerado recientemente a medida que las tropas israelíes luchan contra los militantes de Hamas dentro de la ciudad de Gaza y la situación humanitaria se vuelve más grave. Israel aseguró que 50 mil palestinos evacuaron ayer el norte de la Franja de Gaza rumbo al sur a través de un corredor humanitario habilitado por su Ejército.
El gobierno de Hamas acusó a la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) de “colusión” con Israel en el “desplazamiento forzado” de la población hacia el sur, señalando que “se plegaron desde el primer momento a los dictados de la ocupación [israelí], abandonando sus posiciones”.