Miles de personas salieron a las calles para dar un último adiós a la leyenda de Manchester United y de la selección de Inglaterra Bobby Charlton, quien falleció el mes pasado a los 86 años.
El campeón del mundo de 1966, considerado uno de los mejores jugadores ingleses de la historia, falleció tras una caída accidental en su residencia el 21 de octubre.
El coche fúnebre que trasportaba el féretro del célebre jugador hasta la catedral de Mánchester fue calurosamente aplaudido a su paso ante una gran multitud.
En su itinerario, el cortejo pasó por delante de varios lugares emblemáticos, íntimamente ligados a la carrera del jugador: el mítico estadio Old Trafford, teatro de todos sus logros, y la famosa “United Trinity”, una estatua que inmortaliza a Charlton, Denis Law y George Best, otras leyendas del club.
Mil invitados, entre los que destacan el exentrenador de los Red Devils, Alex Ferguson, el actual seleccionador de Inglaterra, Gareth Southgate, e incluso el Príncipe Guillermo, asistieron después al oficio religioso.
A la misa también asistieron algunos exjugadores y jugadores actuales, como Ryan Giggs, Roy Keane o el excapitán Bryan Robson, quien declaró a la BBC que Charlton fue “un jugador fantástico, pero todavía más bella persona, disponible para todos”.
“Nunca se le subió la fama a la cabeza, nada contaba más para él que jugar lo mejor posible para Manchester United e Inglaterra. Era un hombre humilde, un padre de familia modelo”, insistió Alex Stepney, excompañero de Charlton.